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En este apartado analizaremos la naturaleza de la Conciencia y de la Consciencia desde las perspectivas del Advaita y de la Psicología.  Para ello se propone un diálogo y una puesta en común para ambos enfoques en diferentes aspectos. Para facilitar la lectura y evitar posibles confusiones, cada una de las corrientes está representada por un color diferente. 

La Naturaleza de la Conciencia

ADVAITA: Para lograr traspasar el fuero metafísico y llegar a una expresión práctica, el Advaita encadena las ideas de Conciencia y de Atención. A la Conciencia le otorga una serie de características específicas con las cuales crea un tejido de ideas profundamente interesantes, entre ellas:

  1.  La Conciencia es un «continuo», una entidad sin partes ni límites.
  2. La Conciencia otorga la capacidad de saber la existencia de lo conocido
  3. La Conciencia es el puente entre conocedor y conocido (sujeto y objetos)
  4. La Conciencia es esencialmente un «continuo», pero asociada a la mente puede expresarse «segmentada»
  5. La expresión dinámica de la Conciencia «segmentada» se denomina atención.
  6. Entre la Conciencia «segmentada» a la «continua» la percepción puede ser estudiada a través de cinco estados de Conciencia
  7. La operatividad individual de la Conciencia se denomina Consciencia.
  8. La Consciencia es la base de la cognición. La Consciencia Individual es tan solo una proyección de la Conciencia No-dual, como lo es una ola del océano.
  9. La Conciencia es previa a la mente, razón por lo cual la mente puede convertirse en objeto de percepción mediante un estado de atestiguación diferente al común; inclusive, la atención, como factor dinámico de la Conciencia, puede ser testigo de sí misma.

La Conciencia es la fuerza que promueve el hecho de saber que las cosas existen. El advaita la considera como un ente continuo, es decir, sin partes, ni comienzo ni fin. Al no poseer ninguna frontera ni límite, el advaita admite que la Conciencia es previa a toda realidad ideal y material diferenciada.

En virtud de lo anterior, la Conciencia como entidad sin límite se expresa como un Saber Absoluto, una capacidad universal que engloba la posibilidad de conocer todo lo existente. Desde esta perspectiva, la Conciencia integra todas sus potenciales fracciones de manera simultánea mediante el entrelazamiento cognitivo denominado No-dualidad.

De esta forma, la potencialidad iluminadora de la Conciencia entrelaza la realidad diferenciada, para dar nacimiento a la Consciencia Individual. Todo acto Consciente es tan sólo una expresión aparentemente diversa y diferenciada de la Conciencia primigenia, tal como los espacios que ocupan todos los volúmenes son una apariencia diferenciada del espacio mismo sin límites.

FLOW: En el Flow se habla de conciencia desde un punto de vista de la conciencia personal, que desde el Advaita denominamos consciencia. Se reconoce que en el estado de Flow la conciencia personal puede llegar a perderse, sin embargo el estado de flujo es mucho más intenso, presente y consciente que los estados ordinarios de conciencia asociados al yo. Surge entonces la cuestión de si la conciencia atraviesa todos los estados y por tanto va más allá de ellos.

MINDFULNESS: En mindfulness, con base filosófica budista, se admite que, aunque la conciencia parece tener un centro asociado a un individuo, desde una perspectiva más profunda la conciencia es como el espacio mismo y carece de centro y de periferia.

La conciencia es considerada una entidad sin límites más allá de todo pensamiento y que puede estar vacía y a su vez contenerlo todo. Dice Kabat-Zinn que antes de que el pensamiento escinda la experiencia en sujeto y objeto, la conciencia es no conceptual y, por encima de todo, es conocimiento. De un modo poético dice: “La conciencia se asemeja al cielo y al aire. Como el espacio, es infinita y está en todas partes. Es la misma conciencia pura, simple y misteriosa, porque no es algo creado, sino una cualidad inseparable del ser”.

PSICOANÁLISIS: El mayor acercamiento conceptual dentro del psicoanálisis con el término Conciencia tal vez se encuentre en las formulaciones de Lacan en torno a lo Real. En síntesis, lo Real sería lo que se resiste a la simbolización, quedando por lo tanto fuera del lenguaje, de lo obtenible, y de lo cognoscible, de lo cual Lacan extrapoló a su vez su cualidad esencialmente traumática e “indeseable”.

Vale aclarar que la definición lacaniana de lo “Real” difiere de la del término “realidad”, la cual justamente designa las representaciones subjetivas que son un producto de articulaciones simbólicas e imaginarias (es decir, la “realidad psíquica” de Freud).

La Naturaleza de la Consciencia

ADVAITA: Saber de la existencia del mundo y de sí mismo, para con ello establecer una base de realidad a la percepción, es el objeto de la Consciencia. La Consciencia evidencia la existencia del mundo y autoevidencia la propia existencia personal.

La Consciencia, desde la perspectiva del Advaita, da sentido a la fuerza cognoscente del individuo en todas sus facetas. Sin embargo, dicha fuerza cognoscente es variada, da nacimiento a diversos Estados de Consciencia, de los que la academia reconoce la vigilia y el sueño.

FLOW: Primeramente decir que, aunque en el Flow se habla de conciencia, es desde un punto de vista de la conciencia personal, que desde el Advaita denominamos consciencia.

La conciencia en el Flow se presenta desde distintas facetas y se le atribuyen diferentes funciones.

–        Se entiende como una especie de “contenedor” de contenidos que de algún modo se pueden controlar. Sería como el campo donde se dan los contenidos de la percepción que son conocidos.

–        Representar la información sobre lo que está sucediendo dentro y fuera del organismo de tal modo que el cuerpo pueda evaluarla y actuar en consecuencia.

–        Se habla también del foco de la conciencia, lo cual se parece más al concepto de atención, que se puede focalizar, como en el “modelo de la linterna” en el que se conoce lo que la atención ilumina.

–        La conciencia es una función liberadora de los hábitos y condicionamientos biológicos y sociales, que permite al individuo dirigir la acción más allá de sus condicionamientos genéticos y sociales.

Además de evaluar la información que nos llega a través de los sentidos, la conciencia tiene un componente de control y voluntariedad de la respuesta ante los estímulos. Se afirma que sin ella, se seguiría “sabiendo” qué sucede, pero la reacción sería refleja e instintiva, por lo que resulta ser una especie de función mental de orden superior.

En este sentido, la experiencia óptima propia del estado de flujo depende de la capacidad de controlar lo que sucede en nuestra conciencia momento a momento.

TRANSPERSONAL: Si bien los términos de Conciencia y Consciencia encuentran un amplio eco dentro del terreno transpersonal, no hemos podido encontrar una definición clara de ambas y, muchas veces, son usadas sin mucha discriminación al respecto, dependiendo en gran parte del autor analizado.

La Psicología Transpersonal considera que el ser humano convive con diferentes tipos de Conciencia, desde la cotidiana, que es la que suele ser nuestra percepción habitual en estado de vigilia hasta la más trascendental; ésta última, facilita una conexión con el entorno y una especie de unidad con todo lo existente, comúnmente conocida como Conciencia de unidad o Conciencia no dual.

Un término fundamental para esta corriente psicológica -popularizado por Charles Tart en su libro “Altered states of Consciousness”-, son los denominados “estados modificados de Consciencia o Conciencia (según el autor o la traducción del mismo). También podemos encontrarlos como “estados alterados de Consciencia” o “estados no ordinarios de Consciencia”. Estos se caracterizan porque la percepción de la persona que los experimenta, tiene una condición significativamente diferente al estado habitual de vigilia. Stanislav Grof afirma  que, lo que llamamos Conciencia ordinaria, es tan sólo una parte muy reducida de todo lo posible. 

Claudio Naranjo, al respecto de la Conciencia, distinguía la diferencia entre tener Conciencia de los pensamientos, de las fantasías, del sentir etc, y tener Conciencia de la propia Conciencia. Conciencia del ser, más allá del pensamiento y más allá del mundo:

 “Es una Conciencia indiferenciada donde no hay sujeto ni objeto, es una nada.” (Video “La Conciencia de la Conciencia” de Claudio Naranjo:  https://www.youtube.com/results?search_query=claudio+naranjo+la+conciencia+de+la+conciencia)

Por otra parte, Ken Wilber en su libro “La Conciencia sin fronteras”, nos remite a considerar que el fraccionar nuestra experiencia presente en compartimentos o divisiones artificiales es, probablemente, la raíz de la infelicidad de nuestras vidas y de todas las batallas que se originan alrededor: cada frontera que trazamos limita nuestra Conciencia reduciendo nuestra percepción.

GESTALT: Desde el punto de vista gestáltico, no existe una definición clara ni global para ambos conceptos, utilizándose indistintamente la mayor parte del tiempo tanto “Conciencia” como “Consciencia” para, describir y analizar, determinados procesos relacionados con la esencia de la terapia Gestalt.

 Para añadir un poco más de complejidad a este tema, hemos de contar también con el término “darse cuenta”, cuya importancia es fundamental dentro de esta escuela psicológica. Fritz Perls lo consideraba como el ABC de la Gestalt y, acompaña y va de la mano de los dos anteriores. En muchas tradiciones orientales y chamánicas se asocia con el despertar y con el conocimiento.

La Conciencia es vista y usada como la percepción de lo obvio, percatarse del momento presente y la vivencia del aquí y ahora. Otros autores asocian este término a la capacidad del ser humano de “contactar”, tanto con nosotros como con el mundo, con el ambiente:

“La Conciencia posee una naturaleza perceptiva, de hecho, en el budismo es considerada un sentido, permite percibir lo fenomenológico. Es decir, lo que sucede. Y sus aliados son los sentidos, ya sean propioceptivos, de equilibrio o vista, oído, olfato, tacto y gusto” (Post de Jordi Gil en https://gestaltsalut.com/conciencia-y-contacto-en-terapia-gestalt/)

En cambio, y tal vez de una manera más coloquial, la Consciencia se asocia más al propio darse cuenta pero, “por parte de alguien”. Se requiere de la presencia o la existencia de personas o sujetos que tengan esa capacidad de ser conscientes o de darse cuenta. No se puede ser consciente de algo sin alguien que atestigüe ese campo consciente.

Otro de los pilares gestálticos de relevada importancia, es lo que se denomina “el continuum de Conciencia” o continuo atencional.  En su práctica, es prioritario darse cuenta de lo que vaya surgiendo, estar en contacto con la experiencia inmediata sin obstaculizar el libre flujo de la experiencia tal y como se esté presentando. 

HUMANISTA: Consideran a la Consciencia como si fuera el control del individuo: está más allá del individuo pero a la vez supeditada a su control y voluntad. Desde la vertiente humanista se empieza a considerar la conciencia/consciencia hacia nosotros mismos, conciencia de nosotros mismos  y de la forma en que nos identificamos  con nuestro yo o ego dando lugar a un determinado estado de conciencia,  aunque no es el único al que podemos llegar.  La Conciencia del ser humano parece incluir siempre ser consciente de uno mismo en contacto con un ambiente que incluye a otras personas.

La Conciencia también es considerada como un sistema moral ( la voz de la Conciencia). Eric Fromm (Psicoanálisis humanista), a este respecto distingue dos tipos de Conciencia: la autoritaria y la humanista. Mientras que la primera se desarrolla por autoridades externas y legisladores morales (padres, iglesia etc) y nos dirige mediante el temor y la culpa, la segunda es considerada como nuestra propia voz interior, nuestro verdadero yo, mucho menos dependiente de las aprobaciones y de los rechazos externos y asociada al desarrollo de nuestras potencialidades.

MINDFULNESS: La atención plena como base del mindfulness, se asocia a un tipo especial de consciencia a la que se accede a través de una serie de prácticas meditativas. La consciencia sería la capacidad  innata de ver con claridad y de actuar desinteresadamente. En muchas ocasiones se asocia a los sentidos, pues es el arraigo a estos lo que mantiene la continuidad de la atención al presente.

PSICOANÁLISIS: Esencialmente el psicoanálisis se constituyó rehusando definir a la psique por la Consciencia, de la cual Freud dedujo clínicamente lo siguiente:

  • Que siendo justamente una parte de la misma, sólo nos da una visión intercalada de nuestros procesos psíquicos, que en su mayor parte son inconscientes.
  • Que en la experiencia que brinda se desconocen estos últimos fenómenos, lo cual lo lleva a postular conceptualmente el dominio de lo inconsciente y sus vías de exploración
  • Que no es en modo alguno indiferente que un fenómeno sea consciente o que sea inconsciente y
  • Que es autoevidente, con lo cual justificó el no otorgarle una definición clara más allá de su delineamento por exclusión de lo no-Inconsciente

Posteriormente, Lacan insistirá en que la Consciencia no es conocimiento sino des-conocimiento

Atención Eficiente y Atención Intencionada

La Atención

ADVAITA: La Atención es el aspecto dinámico de la Consciencia e ilumina la capacidad cognitiva del individuo.

Debido a que la Atención hace parte de todos los instantes de la vida, pues conocemos solamente a aquello que atendemos, el Advaita establece una serie de características que la definen completamente, entre ellas:

  1. La Atención es el aspecto dinámico de la Conciencia «segmentada»
  2. La Atención puede clasificarse de dos maneras: Atención Eficiente y Atención Eficaz. En ambos tipos de Atención hay conocimiento, pero la Atención Eficiente faculta un tipo de conocimiento carente de «sentido protagónico»
  3. La Atención eficaz alienta la cognición de dos tipos de sujetos: Sujeto onírico y el Sujeto Vigílico que experimentan «sentido protagónico» cuando piensan, sienten, se emocionan o se apasionan.
  4. La Atención Eficiente alienta la opción de tres tipos de sujetos: Exín, o Testigo de la Concentración, el Saksim, o testigo de la Concentración no-dual y el Atman, testigo de la Meditación.

Los sujetos de cada estado de conciencia no son estáticos, al igual que acontece en el decorado de la percepción emocional y racional del ser humano. Debido al dinamismo del sujeto que se identifica con lo que piensa y siente, se genera un abanico de tendencias comportamentales a los que denominamos personalidad. Tanto el Exín como el Saksim y el Atman son testigos con una personalidad peculiar que a diferencia de la personalidad común del sujeto que piensa y siente, no se identifica con las acciones que realiza.  Por lo tanto, podemos afirmar que existen en cada estado de conciencia un testigo con personalidad propia, aunque cada testigo tiene características que los restantes no poseen.

  1. Igualmente, la Atención puede ser Interna o Externa, dando pie al nacimiento del mundo Interno o del Mundo Externo, respectivamente.

Es fundamental, para el análisis de la atención, y con ello poder describir claramente el comportamiento psicológico de cualquier individuo, la distinción entre la Atención Eficiente y la Atención Eficaz, para ello introduciremos un nuevo término, el Presente.

La Atención se asemeja a cada color en el que se difracta la luz del arco iris, y el arco iris con sus colores son los Estados de Consciencia; a su vez la luz blanca de la que todos los tonos provienen es la Conciencia. En nuestro ejemplo aparecen siete colores, en la práctica cognitiva, la Eficiencia con la que se Atiende, induce la aparición de cualquiera de los cinco Estados de Consciencia.

Por lo tanto, la Atención es la expresión dinámica de la Consciencia. En función de la operatividad de la Atención, nace uno u otro Estado de Consciencia. Llega a ser tan Eficiente la Atención, que finalmente puede expresar la naturaleza no limitada de la Conciencia, circunstancia que ocurre en la Meditación No-dual.

TRANSPERSONAL:  El estudio de la atención como eje central de esta corriente psicológica está muy presente, aunque a veces no está lo suficientemente especificado. Probablemente, uno de los autores que más han profundizado en el estudio de la misma sea George Gurdjieff que, si bien es anterior al nacimiento de la psicología transpersonal -lo situamos a finales del siglo XIX-, la trayectoria seguida por él y el trabajo que desarrolló y dejó como legado,  encajaría perfectamente dentro de los terrenos transpersonales.

Según este autor “todo depende de la atención”, fundamentalmente como herramienta para  experimentar la vida sin piloto automático:

  • Distinguía dos tipos de atención: focalizada y dividida. En la primera, el foco atencional ha de ser dirigido de manera intencionada y consciente hacia donde uno quiere.
  • Importancia de la autoobservación, sirviéndose de una disciplina atencional (sentidos y mente) para darse cuenta de lo que sucede y lo que me sucede.
  • La pérdida de la atención es equiparable a perder el eje personal, perder el centro de gravedad.
  • La atención puede y debe ser ejercitada con la intención de poder vivir el instante presente sin esfuerzo. Atención consciente de forma sostenida.
  • Distingue varios estados de conciencia: sueño, vigilia, recuerdo de sí y conciencia objetiva.

GESTALT: La atención, en términos de figura-fondo, puede entenderse como un gran foco que hace destacar unos objetos por encima de otros, o lo que es lo mismo, la figura gestáltica. Cuando actuamos por hábitos, o cuando hemos realizado muchas veces una tarea automatizándola, la atención presencial disminuye y actuamos con el piloto automático.

En el caso concreto de la concentración, la orientación de la atención se dirige con persistencia hacia el fenómeno experimentado. La atención, se centra solamente en algo concreto, la figura, diferenciándola del resto y haciéndola destacar.

MINDFULNESS: El término “mindfulness” se suele traducir como “atención plena”. Las prácticas meditativas que se plantean intentan afianzar y mantener de forma sostenida la atención. Desde esta perspectiva, la atención se considera curativa pues contribuye a la regulación de los procesos mentales e incluso fisiológicos al eliminar el estrés.  

                        VIDEO: La Naturaleza de la Atención (Vedanta Animated)

La Atención Eficiente

ADVAITA: Corresponde a un tipo de Atención que, dependiendo de su Eficiencia, detecta una mayor forma de estabilidad de la realidad conocida. Existen tres modalidades de Atención Eficiente, en función de la localización del perceptor en el Campo de Cognición. Así entonces nace la Concentración, Concentración No-dual y Meditación No-dual.

La Atención Eficiente tiene en común la ausencia del «sentido protagónico»

FLOW: Se dice que cuando la información que llega a la conciencia es congruente con las metas del individuo, la atención (lo que llaman energía psíquica) fluye sin esfuerzo. Aquí habría una cierta equivalencia con la noción de atención eficiente, pero al introducir las metas, que no dejan de ser propias de un yo, parece que ese flujo de atención coherente depende de un cierto “acoplamiento” entre la información del evento y algo que es propio del individuo. Y, dicen, “cuando la información desorganiza la conciencia al amenazar sus metas, sucede el desorden interior, o entropía psíquica, una desorganización de la personalidad que menoscaba su efectividad”. Desde la perspectiva del Advaita más bien debería decirse que lo que se ve amenazado y desordenado es el ego o la personalidad y no la conciencia, puesto que ella no es un constructo mental.

TRANSPERSONAL/HUMANISTA:  Este determinado tipo de atención encuentra un amplio eco y paralelismo en el transcurrir de las “experiencias cumbre” y los denominados “estados no ordinarios de conciencia (Enoc)”. Todos ellos están caracterizados -en mayor o menor intensidad según sea la vivencia experimentada por el perceptor-, por una ausencia de sentido protagónico que parece propiciar la vivencia de ser uno con todo el universo. El sentimiento de identidad que opera en el estado habitual de vigilia, se expande más allá de los límites del cuerpo y de la mente. En lo cotidiano, y probablemente más cercano a la corriente humanista, este tipo de atención favorece la concentración en la tarea realizada y una libertad con respecto a las limitaciones impuestas por el tiempo termodinámico.

GESTALT: La atención eficiente encuentra su equivalente en el terreno gestáltico cuando nos sumergimos en la Concentración. Curiosamente en sus inicios y previo a llamarse Terapia Gestalt, fue denominada por su creador “Terapia de Concentración” o de “darse cuenta focalizado”: éste nos remite, terapéuticamente hablando, a considerar prioritaria la concentración y profundización en el síntoma y no tanto en la extensión del mismo. Concentrándose en cada darse cuenta que emerja el paciente aprende mucho más de sí, convirtiéndose por tanto en una herramienta imprescindible para el autoconocimiento.

MINDFULNESS: Es habitual comentar que hay una tendencia de la mente hacia la distracción y a generar pensamientos que tienden a surgir de forma automática y sin participación del sujeto. Esto supone necesariamente que hay una parte del procesamiento cerebral que no es consciente y se escapa de la voluntad del sujeto. Se habla de la red neuronal por defecto, pero no se explica qué dispara que la información mental sea consciente o inconsciente.

El darse cuenta de la distracción supone un paso importante para retomar el pensamiento consciente. La práctica de la atención plena favorece la erradicación de los automatismos mentales que apartan de la consciencia del presente y esto supone que la atención es mucho más eficiente pues está focalizada en el ahora.

La Atención Intencionada

ADVAITA: Corresponde a un tipo de Atención que, dependiendo de su Eficacia, detecta una menor forma de estabilidad de la realidad conocida. Existen dos modalidades de Atención Intencionada, en función de la localización del perceptor en el Campo de Cognición. Así entonces nace la Vigilia Sintiente y Pensante y el Sueño.

FLOW: No se habla del sentido protagónico, pero se considera la personalidad. Esta, dicen, es el elemento más importante de la conciencia, puesto que representa simbólicamente todos los demás contenidos conscientes y también el esquema de sus interrelaciones.

Por otro lado, apuntan una curiosa causalidad circular: la atención da forma a la personalidad pero, a su vez, es formada por esta última. Esto delata que la dirección donde se focaliza la atención se ve condicionada por las metas o las necesidades propias de la personalidad individual y, por tanto, la atención no es libre, lo que contrasta con lo que se plantea para el estado de flujo, en el que la atención fluye sin la participación del yo.

Se considera que, cuando la información entra en conflicto con las intenciones previamente  existentes o cuando nos distrae y nos impide llevarlas a cabo, se genera desorden psíquico (dolor, miedo, rabia, inquietud, celos, etc.). Este desorden hace que no seamos libres para usar la atención según nuestras preferencias. Es decir, la atención se ve “arrastrada” hacia informaciones que son desacordes con lo que debería ser atendido en ese instante.

TRANSPERSONAL: La búsqueda de lo Absoluto y de ir mucho más allá de la personalidad es el motor que impulsa a esta corriente psicológica, aunque, como su nombre indica, transpersonal  también incluye todo lo relativo a la personalidad y al estudio y autoconocimiento desde el carácter.  Por lo tanto, la atención intencionada está plenamente recogida y asociada a los estados de consciencia más puramente personales; éstos han de ser transcendidos para lograr experimentar niveles de conciencia más elevados. 

GESTALT: Su concepción está fundamentada mayoritariamente sobre la base de la atención intencionada. Darse cuenta de los pensamientos, emociones, sensaciones corporales es fundamental como medio de autoindagación desde la personalidad.

A medida que el darse cuenta madura y se fortalece comienzan a aparecer otros estados perceptivos como “el darse cuenta que me estoy dando cuenta”, o lo que es lo mismo: ser consciente de que soy consciente. Se genera entonces una brecha cognitiva y una cierta distancia entre el que se da cuenta y los contenidos percibidos de tal forma que, comienza a surgir una cierta desidentificación con los pensamientos y las emociones.

También es fundamental en el terreno gestáltico la búsqueda de un yo verdadero o auténtico, consciente de sí mismo y de su entorno, en donde la atención intencionada es interrumpida temporalmente por estados de concentración.

MINDFULNESS: Surge la pregunta de si la atención plena puede ser promovida a voluntad y si el sujeto aparece y desaparece de la cognición. Se habla de aceptar la experiencia sin juicio, pero no se especifica el mecanismo cognitivo que invalida los pensamientos que tienden a surgir de forma automática y sin participación del sujeto. Si la atención se focaliza de un modo voluntario, en cierto modo “forzado”, hay intención y por tanto intervención del “yo”. Solo en los casos en los que la acción es espontánea habría atención eficiente.  

PSICOANÁLISIS: El psicoanálisis sólo concibe como posible la existencia de la Atención Intencionada, dada la imposibilidad teórica de que el Yo desaparezca como agente de percepción. Y a diferencia del Advaita, es en la Atención Intencionada en donde asume la posibilidad de mayores o menores grados de eficiencia, según sea la capacidad de “sublimación”, “abstracción” y “culturización” del sujeto que la ejerce.                                                                                

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