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En este apartado se analizan las diferentes facetas o dimensiones del Presente. También se ponen en diálogo los enfoques sobre el Presente del Advaita de Sesha y los de las corrientes psicológicas que se han estudiado. Para facilitar la lectura y evitar las confusiones cada una de las corrientes están representadas por un color diferente.

Presente y Tiempo físico

En esta concepción, el Presente se asocia al conjunto de eventos que mide un reloj en el quiebre que del pasado lleva al futuro. Es una medida inalterable que relaciona la evolución secuencial de cualquier evento.

ADVAITA: Para el Advaita, el Presente Termodinámico puede llegar a coincidir con el Presente Cognitivo, pero no necesariamente. Una persona cuya tarea es proyectar los movimientos financieros cae en el futuro como potencial entorno inexistente en que debe trabajar. Igualmente, recordar una dirección o un teléfono se hace necesario como respuesta ante un evento cualquiera del Presente Termodinámico, aunque  lleve a la memoria de inmediato al pasado. Recordar puede convertirse en una herramienta que no induce a una distorsión, sino a la aparición de un entorno psicológico válido, cuando se hace necesario y relevante inducirlo.

FLOW: Según los resultados de las investigaciones,  las actividades que se realizan en el estado de Flujo no dependen del tiempo de los relojes, tienen sus propios ritmos. Períodos de tiempo iguales parecen tener diferente duración, como en el caso de los deportes o la música, donde el tiempo parece transcurrir más rápido. Esto es un fenómeno bastante particular, pues si el tiempo del reloj es una magnitud supuestamente objetiva, el que se lo experimente de diferentes modos da a entender que también tiene una dimensión cognitiva o fenomenológica.

TRANSPERSONAL: Para esta corriente psicológica, todo lo concerniente a la “salud global del individuo” como parte integrante de una sociedad o de un todo mayor, apunta y nos conduce a encontrar la salida de un Presente termodinámico hacia un Presente cognitivo. No se pretende ignorar el tiempo termodinámico, pero se destaca la importancia de no estar atrapado por él.

GESTALT: Gran parte de la comunidad gestáltica enfatiza la importancia del “ahora”, y circunscribe al Presente termodinámico como una simple temporalidad que lo sitúa a mitad de camino entre el pasado y el futuro. 

La restauración de la salud nos invita a visita cada vez por más tiempo, el “aquí y el ahora”, el Presente, saliendo precisamente de la brecha entre el ahora y el después.

HUMANISTA: Estar vivos no asegura la autorrealización. Nuestros procesos requieren de un arte especial que nos mantenga afinados y sincronizados con el entorno interno y externo. 

En base a ello, esta escuela distingue entre:

  1. Vivir en una búsqueda constante de compensación sin un sentido integrativo y humanista.
  2. Vivir conscientes de nuestras necesidades y favorecer el que florezca su expresión.

La segunda opción es la única capaz de crear un estado de vida o de realización que genere un grado de certeza permanente y un conocimiento perenne.

MINDFULNESS: En la experiencia de la Atención Plena se da una modificación de ciertos parámetros de la percepción, como la sensación del tiempo. En palabras de Kabat-Zinn: “Bien podríamos decir que la conciencia de esta experiencia se halla fuera del tiempo, en el presente, en el ahora eterno. (…) De este modo, la atención plena enlentece y hasta interrumpe provisionalmente la sensación del paso del tiempo”. No se desarrolla, sin embargo, la componente cognitiva del tiempo.

COGNITIVO-CONDUCTUAL: Para este modelo, todo aquello que sucede en la mente de un individuo en un momento y en un espacio determinados, es susceptible de ser llamado Presente. Es decir, la propia percepción está anclada en la sucesión causal de instantes que, como una flecha, nos llevan hacia el futuro.

Bajo esta perspectiva, las leyes psicofísicas son inalterables; siempre nos mantienen incrustados en una localización temporal. Es decir, existe un relativismo psicológico que impide que la información se procese como un continuo o absoluto.

PSICOANÁLISIS: Se presupone que el devenir cronológico de la mente del paciente está determinado por la “estructura psicológica” (neurótica, perversa o psicótica) y la patología que le fuese propia. Por ejemplo en la manía, la condensación y pseudo-fuga de ideas, producidas ambas por la abrupta liberación de lo reprimido, operan de la misma forma que una visión simultánea de acontecimientos, recuerdos y vivencias que tendrían que gotear con una cadencia más acompasada, produciendo una sensación de vertiginosidad.

Presente condicionado, sujeto y moral

  • Presente y moral

ADVAITA: El Presente (Cognitivo) no tiene connotaciones morales, no representa algo bueno ni malo. Esto desvincula a la acción y a la cognición presencial del ámbito moral.

FLOW: Dice Csikszentmihalyi que el Flujo es importante “tanto porque consigue que el instante presente sea más agradable como porque construye la confianza en uno mismo que nos permite desarrollar habilidades y realizar importantes contribuciones al género humano”. Se habla de las Actividades de Flujo como el juego, el arte, los deportes, etc. como si tuvieran como función primaria ofrecer experiencias agradables. Sin embargo, más bien pareciera que lo agradable es consecuencia de poder experimentar la acción de una forma libre de preocupaciones y expectativas, no porque sea buena o mala. 

TRANSPERSONAL: Si bien no lo cita expresamente, todos los estados perceptivos que no están sujetos a la identificación con el  “yo” pensante o sintiente (Enoc etc.), parecen estar libres del dogma moral y del espacio-tiempo del presente termodinámico. Son territorios libres de los reinos del yo personalidad.

GESTALT: El yo moral es sustituido progresivamente por una “moralidad organísmica” o “moralidad espontánea”. Son elecciones tomadas por el organismo y que están enraizadas en un ser más genuino y auténtico. La salud va de la mano de la capacidad de poder tomar decisiones orgánicas y no moralistas. Estas últimas quedan englobadas dentro del sistema de creencias y valores introyectados habitualmente desde nuestro sistema familiar de origen y que muchas veces están obsoletos. 

MINDFULNESS: La práctica del Mindfulness, con raíces budistas, promueve una serie de actitudes fundamentales como la aceptación, la ecuanimidad, el desapego, que derivan en otras que tienen un gran valor personal y social como la generosidad, el dominio de uno mismo, el perdón, la gratitud, la amabilidad, la compasión o la ecuanimidad. Pero están dentro del mundo de la ética, que no deja de ser relativo, a diferencia del enfoque cognitivo del Advaita, basado en una reacción natural al Presente sin connotaciones morales.

HUMANISTA: La cultura humana es diversa y plural. Descubrir el propio potencial asegura que los valores humanistas de los individuos puedan emerger y actualizarse en múltiples formas. Todo nace con el ajuste al momento Presente.

COGNITIVO-CONDUCTUAL: Concebir un Presente sin connotación personal no es claro para esta escuela, puesto que todo el aparato perceptivo está anclado en ella, ya sea consciente o inconscientemente.

PSICOANÁLISIS: El Psicoanálisis es preminentemente moral, al haber sido fundado por Freud con referencias a grandes moralistas de la filosofía occidental, tales como Kant, Goethe y Hegel.

  • Presente Condicionado

ADVAITA: Tiene que ver con la presencia del “yo” en la cognición. Normalmente el “yo” aparece como un testigo diferenciado que puede conocer y secuencialmente conocerse. Suele llamarse el mundo de la “dualidad cognitiva”, pues conocedor y conocido se plantean siempre diferentes.

El Presente Condicionado prepara el terreno del ambiente científico, donde las ideas aristotélicas conforman alguno de sus axiomas más determinantes. Corresponde al mundo de las partes, de las fracciones, de la evolución y, finalmente, de  lo impermanente. Su naturaleza está regido por el marco espacio-temporal. Todos los eventos válidos siguen la flecha del tiempo que impone la evolución, yendo siempre en dirección del futuro.

Es el entorno de la relativización, de los pares de opuestos, del nacimiento y de la muerte. Implica una mente que se advierte como suma de partes que integradas en un mecanismo evolutivo, que llevan siempre a una perfección mayor.

TRANSPERSONAL: Si bien no utiliza el término de Presente Condicionado, el foco atencional de la Psicología Transpersonal recae fundamentalmente, en la transcendencia del “yo” con el que habitualmente nos identificamos, para ir más allá del horizonte reconocido por la psicología ortodoxa.

Contempla de manera activa la práctica psicológica y por lo tanto opera con un “yo” enmarcado dentro de un Presente condicionado; apoyándose en la personalidad como plataforma de lanzamiento aspira a la experimentación y permanencia de los denominados “estados no ordinarios de conciencia”; éstos no están sujetos al Presente condicionado. 

GESTALT: No se plantea que pueda haber cognición sin la presencia del “yo”. Lo que sí que se considera importante es que el “yo neurótico”, o “falso yo”, vaya progresivamente modificándose por un “yo” más genuino y orgánico. El “yo” se modifica, pero nunca se desaloja. 

Cabe preguntarse desde aquí…, ¿Qué “yo” conoce cuando se produce un insight o un darse cuenta? 

HUMANISTA: Esta escuela no plantea una percepción carente de “yo” más que en los estados alterados de consciencia o ENOC.

Para el resto de experiencias cotidianas, este modelo se apoya en un enfoque adaptativo basado en las condiciones previamente mencionadas, sin aclarar del todo si los parámetros de la percepción cambian o no cuando la persona está en un estado de apertura experiencial.

Está claro que la experiencia, o la manera de vivirla, cambian; pero no está claro si las condiciones de la cognición también lo hacen y en qué modo se redistribuyen.

MINDFULNESS: El “darse cuenta” es una práctica  que se aplica en el Mindfulness. Es una experiencia consciente en la que se conciencia que no se estaba presente cognitivamente hablando, no se estaba atendiendo a lo que se requería atender en ese presente. Surge aquí la pregunta de:  ¿si quién “se da cuenta” es el mismo sujeto que estaba distraído? 

También podríamos preguntarnos: ¿me puedo dar cuenta de que me he dado cuenta? Esto llevaría a una especie de regresión infinita donde habría una serie interminable de sujetos que se dan cuenta de otros, hasta que finalmente se da cuenta de que otro estaba distraído. Los sujetos se hacen así indagables por otros y surge una nueva cuestión: ¿existe un sujeto que sea inindagable? Es decir, lo que se plantea es si existe un modo de romper la cadena de observaciones de unos sujetos y otros hasta llegar a uno que solo pueda ser conocido por sí mismo.

Por eso se hace necesario aceptar que según la intensidad de la atención se modifican, no solo aspectos de la realidad como la sensación del tiempo, sino la experiencia de sí mismo, del propio sujeto. Además habría sujetos “indagables” construidos por la mente y aislados de la realidad presente y sujetos inindagables que emergen en el Presente junto con la información que requiere ser conocida. Cada instante cognitivo trae su propio sujeto. La intensa atención inhibe la aparición del sujeto pensante-sintiente.

COGNITIVO-CONDUCTUAL: Esta conceptualización de la percepción todavía no es clara para este modelo, tal vez, por no disponer de las suficientes categorías epistemológicas. 

Tal como se ha dicho previamente, la neurociencia cada vez reúne más evidencia sobre los procesos de aprendizaje y el modo en cómo la nueva información es integrada en el sistema. Así mismo, se reconoce que el individuo no es apenas consciente de cómo esto ocurre en su interior. 

Por lo tanto, ¿quién conoce, registra e integra la información cuando no lo hace el sujeto-yo? ¿Acaso existen modalidades de percepción que tampoco tengan un direccionamiento por parte del “yo” pero que sean igual o incluso más conscientes de lo normal?

PSICOANÁLISIS: Para el Psicoanálisis la vida humana vigílica discurre casi exclusivamente en una secuencia de Presentes Condicionados, sólo interrumpidos por el sueño o las actualizaciones asociativas propias del tratamiento. 

Dentro de estos Presentes Condicionados, se afirma también, que los hay más o menos eficientes según sean las denominadas Series Complementarias que hayan forjado al sujeto: filogenética, primeras experiencias infantiles y factores desencadenantes.

Presente cognitivo y percepción

  • El Presente nace cuando se  “tamiza”  la información, expresando aquella que es estrictamente relevante

ADVAITA: La Atención Eficiente tiene la capacidad de “tamizar la percepción”, dando así paso a información exclusivamente relevante, necesaria e indispensable.

No todas las personas, aun viendo un mismo objeto, perciben características idénticas de él o del entorno que lo contiene. Ser conscientes de la realidad implica crear una propia o aproximada a la de los demás, pero siempre con un tinte específicamente personal. 

Procesar la información que es  conveniente, acerca a una comprensión más clara de aquello que se conoce, permitiendo  incluso adquirir una síntesis metafísica de aquello conocido y de quien conoce. Es por ello, que se considera a la Concentración como el primer nivel de Presente o también el primer nivel de Atención Eficiente.

FLOW: El Estado de Flujo se da en una persona que está completamente inmersa y comprometida en la actividad que está realizando y hay una total concentración en la tarea. Todo movimiento o pensamiento es un continuo con la acción anterior, es un flujo. Valgan como ejemplos el estado alcanzado por ciertos músicos en una improvisación de jazz o por algunos deportistas de élite.

En las experiencias óptimas, la Concentración es tan intensa que no existen preocupaciones, ni se le presta atención a pensamientos irrelevantes respecto a la actividad que se está realizando, lo que permite una mayor eficiencia en la respuesta a la acción que fluye y llega por sí misma.

TRANSPERSONAL: Esta corriente psicológica se caracteriza por la búsqueda de la naturaleza esencial del ser humano, su dimensión espiritual y transcendente, convirtiéndose en lo más relevante, necesario e indispensable. Tamiza por tanto la percepción extrayendo lo que para ella es esencial.  Estas, cobran por tanto más importancia, que la información proveniente del “yo” sujeto a la personalidad y a la individuación. 

En un aspecto más cotidiano, la información relevante también podemos situarla en las denominadas “experiencias cumbre”, donde la experiencia del Presente es tan intensa y significativa que tamiza sólo la información relevante, o nos sitúa únicamente con “el asunto entre manos”. 

GESTALT: No solemos habitar en un Presente Cognitivo. La neurosis se nutre fundamentalmente del Presente termodinámico y del Presente condicionado La información relevante muchas veces estaría ligada a la formación de una figura que destaca de un fondo. Esta figura surgiría de acuerdo con la necesidad imperante del organismo en ese “ahora”. Un ejemplo:

“Si acudimos a una fiesta de cumpleaños y al llegar nos percatamos que sentimos mucha sed, probablemente nuestra atención se enfocará a detectar dónde está ubicada la barra con las bebidas para, de ese modo, poder satisfacer nuestra necesidad”. Esa figura se impondría como dominante frente a todas las demás. Poder detectar la necesidad prioritaria es un síntoma de salud. 

HUMANISTA: El Presente es lo más parecido a vivir en aras de la autorrealización. Los esquemas de información filtran la información relevante pero están determinados por la historia previa. No hay consenso respecto a la naturaleza del Presente. Un individuo tiene más probabilidades de sentirse satisfecho consigo mismo si siente que es funcional; es decir, si está adaptado a su medio y si es capaz de expresar con claridad sus necesidades.

Esta escuela trata de dilucidar:

  1. Cuáles son aquellos obstáculos que nos impiden autorregularnos.
  2. Cómo identificar y desarrollar nuestro potencial. 

Si bien no se aclara si el acceso a la información que compone nuestro potencial requiere de un estado de cognición o de atención especial, si se explicita que se produce:

  1. Apertura a la experiencia.
  2. Vivencia existencial.
  3. Confianza organísmica.
  4. Libertad experiencial.
  5. Creatividad

MINDFULNESS: Se considera al Presente como el ambiente en el que se da la realidad de lo que existe, el “ahora”, pero no se habla de la información relevante que se atiende.

COGNITIVO-CONDUCTUAL: Los esquemas de información filtran la información relevante pero están determinados por la historia previa. No hay consenso respecto a la naturaleza del Presente. Tal vez, la perspectiva que más se acerque a esta concepción tenga que ver con el modo en cómo la plasticidad neuronal asociada al aprendizaje, opera y crea redes de información integrada, produciendo adaptabilidad en los esquemas de información previa. 

Sin embargo, si bien hay un tipo de procesamiento inconsciente o autónomo que produce el propio sistema neurobiológico, existe otro de índole personal, psicológica y mental que configura las diferentes percepciones con las que construimos la realidad.

 Por tanto, es muy importante distinguir entre la información que es relevante para el sistema, y la que es relevante para el sujeto psicológico. Este es con toda seguridad uno de los puntos de más difícil resolución para este modelo psicológico.

PSICOANÁLISIS: Al igual que la tradición cognitiva conductual, los esquemas de información filtran la información relevante pero están determinados por la historia previa. El Psicoanálisis no fue fundado poniendo el foco en el emplazamiento de algún tamiz terapéutico basado en la Atención, y que debiese ponerse luego progresivamente en práctica durante el transcurso de la vida cotidiana del paciente, es decir, por fuera de la sesión psicoanalítica. Siendo así, tampoco fue actualizado a posteriori en esa dirección, por lo que no tuvo ni tiene reflexiones o conclusiones al respecto.

  • La relevancia de un evento es cambiante

ADVAITA: El Presente cognitivo es dinámico, de tal manera que un evento Presencial puede pasar a convertirse en el siguiente instante, en irrelevante y uno irrelevante en Presencial. 

FLOW: La Concentración y la vivencia del instante Presente se dilatan en el tiempo. Mientras dura esta concentración sostenida, “la conciencia trabaja suavemente y una acción sigue ininterrumpidamente a otra acción.” 

TRANSPERSONAL: Todas las experiencias transpersonales que se caracterizan por un presente intenso (experiencias cumbre y demás), tienen en común el dinamismo y lo cambiante de relevante a irrelevante y al revés. 

GESTALT: La frontera de contacto, elemento indispensable para la relación entre el tú y el yo, no es estática, sino que está en continuo movimiento, en continuo flujo. Lo que es importante en este instante puede no serlo al momento siguiente y al revés.

HUMANISTA: La vida está en constante movimiento produciendo un sinfín de experiencias. La homeostasis requiere de una adaptación constante a cualquier cambio del entorno. La actitud presencial es por tanto igualmente mutable.

COGNITIVO-CONDUCTUAL: Si bien no se contempla lo cambiante en base de la presencialidad, si se asume que la mente está en continúo movimiento y que la identidad es el resultado de un proceso dinámico donde las premisas varían y mutan.

PSICOANÁLISIS: Dado que, desde la perspectiva del Psicoanálisis la existencia del yo es prerrequisito para la salud mental, si la disolución yoica se instala y desarrolla, probablemente sería interpretada y diagnosticada como un cuadro psicopatológico.

  • Presente y ausencia de “sentido protagónico”

ADVAITA: En el Presente desaparece el «sentido protagónico», es decir, no es posible identificarse con la experiencia que se realiza. 

FLOW: Una de las conclusiones más relevantes de los estudios sobre la experiencia Flow es el hecho de que el ego o conciencia personal llega a desaparecer. Hay menos preocupación por el resultado de la acción, la comparación con los demás o por el control de los factores ambientales.  Como resultado se genera una sensación de plenitud y felicidad.

El hecho de perder la sensación de ego o conciencia personal tiene como consecuencia que parece que la acción se realiza como algo automático, tal como describe un escalador. Pero esto requiere un análisis más profundo, pues no puede ser un automatismo si hay plena conciencia y una destreza y eficiencia máxima en lo que se hace. No es igual una respuesta automática que nace de un hábito arraigado en la memoria que una respuesta presencial totalmente consciente que se da sin que haya un control por un yo. 

TRANSPERSONAL: Como hemos podido constatar en todo lo anterior, los estados transpersonales, experiencias cumbre y estados no ordinarios de conciencia se caracterizan porque operan sin sentido protagónico y por lo tanto sin identificación con los eventos.    

GESTALT: Gestálticamente hablando, no es habitual este tipo de percepción. Surge únicamente ante la presencia de un insight o un darse cuenta o también, ante una acción donde estemos totalmente concentrados en ella.

HUMANISTA: La apertura a la experiencia revela el potencial personal, y el entorno en el que ésta acontece es lo más parecido a la definición que el propio Advaita maneja.

COGNITIVO-CONDUCTUAL: Al carecer de un modelo que conciba una cognición carente de sentido de yoidad, esta escuela no tiene una pronunciación respecto a este punto.

PSICOANÁLISIS: En las raras instancias de Presencialidad Cognitiva apreciables durante una sesión, aparece contradictoriamente también la necesidad de asociar inmediatamente el nuevo saber a un propietario, por lo que es muy difícil de certificar la disolución yoica. 

  • El Presente es el ambiente donde el perceptor que conoce es inindagable

ADVAITA: Para desarrollar esta afirmación tomaremos un ejemplo. Advierta cómo la mente se disipa frecuentemente y aparece la fantasía. La fantasía se desvanece al “darnos cuenta” de su existencia e impulsa inmediatamente a su disolución. En este caso el sujeto que experimenta la fantasía es atestiguado por otro que “se da cuenta”. No es el mismo sujeto quien atiende la fantasía a quien “se da cuenta”, pues el hilo cognitivo se corta en el momento de indagar.

Sin embargo, el sujeto que “se da cuenta” también desaparece ante el pregunta «¿quién piensa?». Al emerger el perceptor que atestigua «¿quién piensa?», se diluye el testigo “me doy cuenta”. No es el mismo sujeto quien “se da cuenta” de la fantasía y aquel que pregunta «¿quién piensa?», pues el hilo cognitivo se corta en el momento de indagar.

Sin embargo, el nivel de indagación de la percepción puede continuar creando un círculo vicioso interminable, mientras emerja una y otra vez un testigo que indague la experiencia conocida por el anterior.

Finalmente, es posible que emerja un testigo lo suficientemente estable asociado a un perceptor inindagable, generador de certezas más firmes. Dicho perceptor inindagable, cuando percibe el mundo o a sí mismo, siempre se encuentra en el presente.

Existen básicamente tres tipos de perceptores inindagables, cada uno en su respectivo estado de conciencia: el Exín, el Saksim y el Atman.

  • El Presente Cognitivo, como fuente de una cognición estable

ADVAITA: Es el entorno donde se manifiestan exclusivamente eventos e informaciones relevantes, necesarias e indispensables. Cuando la Atención es Eficiente nace un entorno cognitivo o Estado de Conciencia adaptado a dicha calidad de eficiencia. Es claro para cualquier persona reconocer que estar Concentrado ofrece mayor capacidad de aprendizaje que no estarlo.

El Advaita define un entorno donde la información procesada ofrece una respuesta comportamental o cognitiva más estable y eficiente, se le denomina Presente Cognitivo. La característica más notoria del Presente Cognitivo es el cambio de paradigma del sujeto en el entorno cognitivo. 

Normalmente, en cualquier Campo de Cognición establecido, el sujeto se reconoce diferente de aquello que conoce. Sin embargo, en el Presente Cognitivo llega a desaparecer la consciencia del “yo” —cuando la Atención Eficiente se expresa en el Mundo Externo— o la consciencia de los contenidos mentales —cuando la Atención Eficiente se expresa en el Mundo Interior—. Una realidad carente de “yo” diferenciado de lo conocido es indicador universal de Concentración y de No-dualidad.

FLOW: En la vida normal lo más frecuente es cuestionarnos  la necesidad de actuar, las razones que nos llevan a realizarlas. En el Flujo no hay necesidad de reflexionar, porque la acción “nos lleva hacia delante como por ensalmo.” Todo movimiento o pensamiento surge de la acción anterior, que se da por sí misma; es un flujo. 

Una cuestión importante es que se considera que la acción se realiza por sí misma y tiene sentido en sí misma (es autotélica), no está distorsionada por las dudas ni los cuestionamientos; podríamos decir que se da un acoplamiento perfecto entre el evento que emerge, la ejecución de la acción y su experimentación por parte del individuo.

Desde la perspectiva que aquí manejamos, el concepto de acción autotélica tiene similitudes con la acción dhármica del Advaita.

TRANSPERSONAL: Esta clara definición de lo que es el Presente Cognitivo desde la perspectiva Advaita, encuentra una especial resonancia y paralelismo con la corriente Transpersonal en:

–        Los estados no ordinarios de conciencia.

–        La creatividad.

–        Experiencias cumbre.

–        La vivencia del denominado “yo centáurico”…etc.

Todos ellos se caracterizan por un intenso Presente que nos sitúa sólo en lo que es relevante e indispensable. También tienen en común la vivencia significativa de una realidad carente de un yo individualizado y diferenciado de lo conocido.

GESTALT: No hay una definición clara, gestálticamente hablando, de qué es el Presente y en qué consiste. 

Tal vez podemos establecer un cierto paralelismo entre el campo donde acontece el insight gestáltico y el del Presente Cognitivo, ya que en ambos surgen un caudal de informaciones que en mayor o menor medida son relevantes y necesarias. La vivencia de un insight se caracteriza por la ausencia de un yo que elabore o se apropie de la información que está surgiendo. Son estados que no dependen de la voluntad yoica.

HUMANISTA: La vida contiene un equilibrio intrínseco. Nuestra labor como individuos es aprender a reconocerlo tanto externamente como internamente, para poder reaccionar a él y lograr el “ajuste” o la “homeostasis”. Para ello, esta escuela plantea que cuando vivimos en correlación que nuestro entorno ocurre lo siguiente:

  1. Uno asume la responsabilidad sobre sus decisiones y por ende se siente libre.
  2. Se produce la “apertura del individuo” y la experiencia de la autorrealización se hace posible.
  3. La expresión de la sabiduría innata de la persona y la toma consciencia sobre sí mismo (se actualiza).
  4. La fluidez de la expresión presencial de la persona se convierte en la meta terapéutica.

MINDFULNESS: Para que el Presente pueda ser aprehendido se requiere un tipo especial de atención (plena) 

Darse cuenta de la realidad del momento presente, tal y como es, hace que uno se centre en lo que está ocurriendo con aceptación, convirtiendo la experiencia en el reconocimiento de una realidad plena.

Se habla de aceptar la experiencia sin juicio, pero no se especifica el mecanismo cognitivo que invalida los pensamientos que tienden a surgir de forma automática y sin participación del sujeto.  

COGNITIVO-CONDUCTUAL: Para esta escuela, la idea de un “entorno” ajeno a la propia subjetividad no es clara ya que no disponemos de un modelo experimental para ponerlo a prueba. Allí donde vamos nos acompañan nuestros esquemas mentales y nuestras predisposiciones genéticas.

Sin embargo, este modelo sí cuenta con:

  1. Un amplio mapa de estructuras corticales asociadas a diversos tipos de procesamiento neuronal: recuerdo, imaginación, pensamiento divagante, rumiación, memoria procedimental, etc.
  2. Un concepto más o menos delimitado en el que se basan el diagnóstico clínico y los parámetros con los que medir el grado de adaptación/inadaptación de un individuo respecto a su entorno y el nivel de sufrimiento que esto genera.

Por tanto, a medida que se identifique más claramente cuáles son las señas básicas de una mente sana, podremos descartar aquellas redes de procesamiento de la información con las que se interpreta y produce el sufrimiento humano.

PSICOANÁLISIS: Para el Psicoanálisis el único resquicio posible de Presencialidad Cognitiva se encuentra relacionado paradójicamente con la aparición del Inconsciente, en tanto algún contenido reprimido que lo compone se actualiza durante el ejercicio de ‘asociación libre’ que se le solicita al paciente durante la sesión. Por actualización se denomina al hecho de que tal contenido se haya hecho presente gracias a la Transferencia con el psicoanalista, y en forma  ordenada y significativa respecto a la propia historia del sujeto.

Vale mencionar que el proceso se asemeja a lo que sucede con el Budismo Zen en relación a los koans, lo cual ha dado lugar a curiosas asociaciones, como la del libro “Zen y Psicoanálisis”, escrito en conjunto por D.T. Suzuki y Erich Fromm.

Estas actualizaciones, posibilitadas por la inherente atemporalidad del Inconsciente, son el cimiento sobre las cuales aspira a la cura y el bienestar de este último. En otras palabras y muy resumidamente, el tratamiento consiste en “hacer Consciente lo Inconsciente”.

La dimensión metafísica del Presente: El “Aquí & Ahora”

  • El “Aquí y Ahora” como suma de todos los Presentes

ADVAITA: El entorno de eventos que el Atman conoce lo denominaremos como el “Aquí y el Ahora”. Cuando la Atención es totalmente Eficiente, el Campo de Cognición se “abre” a la integración del mundo consciente y el universo inconsciente. Por lo tanto el concepto de Presente cambia su consideración a un entorno que capta la suma de todos los infinitos posibles, es decir, lo Absoluto.

En “el Aquí y el Ahora” se experimenta la suma de todos los acontecimientos potencialmente existentes. En él, tiempo y espacio son irrelevantes y no pasan de ser informaciones no-diferentes, al igual que las restantes informaciones existentes.

El “Aquí y Ahora” corresponde a la suma de eventos de quien conoce en un estado pleno y total, donde existe la real libertad.

FLOW: En las experiencias de flujo cambia la modalidad de la cognición al reestructurarse los parámetros de tiempo y espacio. Cambiar los factores cognitivos produce un cambio en la cognición que lleva a la ausencia del «yo». Sin embargo, no se define con claridad la aparición de un nuevo o nuevos Estados de conciencia, ni se asocia éste al nuevo nivel de atestiguación producido.

La pérdida de la sensación de que uno es una personalidad separada del mundo que le rodea, viene acompañada a veces por un sentimiento de unión con el entorno, bien sea en la montaña o formando parte de un equipo en un deporte. 

TRANSPERSONAL: El Aquí y Ahora definido por el Advaita, encuentra especial resonancia con los estados transpersonales descritos en su mayor parte por sus autores más representativos.

-la convicción de inmortalidad, de vida eterna propia y de todo lo existente. 

-El orden cósmico en el que todo absolutamente colabora para una especie de bien común.

-Que el principio fundamental del mundo y de todos los mundos es el amor.

La conciencia normal con la que normalmente nos identificamos, es descrita como una pequeña isla rodeada por un infinito océano de conciencia absoluta denominada también “conciencia cósmica” o “conciencia de unidad”; describen también un sentimiento de identidad suprema o identidad con el Todo que parece estar envuelto en un manto de amor.    

GESTALT: Presente y “Aquí y Ahora” se utilizan indiscriminadamente sin ningún tipo de diferenciación al respecto. El “Aquí y Ahora” también es concebido como una herramienta terapéutica, como la única realidad donde poder ubicarse y ubicar la relación. 

Partiendo de la definición anterior también podríamos presentarlo como:

“Entorno de eventos o de fenómenos obvios que se están presentando, y que son conocidos por el sujeto habitual de la percepción”. 

HUMANISTA: Las experiencias cumbre u otros ENOC nos hablan de entornos cognitivos que trascienden los limitantes de la percepción individual. Las tradiciones metafísicas son un atractivo relato de aquellos que se han aventurado más allá de su identidad personal y han sido catapultados a un océano de percepción trascendental. Sin embargo, aún no quedan claramente definidos cuáles son los pasos a seguir para lograr este tipo de experiencias.

MINDFULNESS: Se hace necesario aceptar que según la intensidad de la atención se modifican no solo aspectos de la realidad, como la sensación del tiempo, sino la experiencia de sí mismo del propio sujeto. Cada instante cognitivo trae su propio sujeto. El sujeto de la Concentración, digamos en atención plena, inhibe la aparición del sujeto pensante-sintiente,  y a su vez ese tipo de atención lo hace indetectable por sí mismo.

La realidad está en permanente evolución y movimiento, emerge a cada instante. El Presente es el ambiente en el que se da la realidad y el único en el que, a su vez, se puede conocer. Pero se da la paradoja de que en un instante cualquiera, la realidad contiene infinitas informaciones y obviamente no se puede atender a todas. Por eso, un aspecto fundamental en la experiencia del presente sería discriminar cuáles son los eventos a los que corresponde atender y ante los que es necesario reaccionar.

COGNITIVO-CONDUCTUAL: Esta es tal vez la dimensión menos aprehensible, pero una necesidad teórica que no pasa desapercibida:

  1. La existencia de una realidad continua y absoluta.
  2. La problemática sobre cómo medirla y experimentarla.

No hay duda de que a medida que avancen los variados campos de la ciencia que persiguen encontrar respuesta a esta pregunta sobre la naturaleza de la realidad, de la vida y de la conciencia, la psicología cognitiva se nutrirá de ello y construirá nuevos modelos teóricos.

PSICOANÁLISIS: El Psicoanálisis no tiene en su haber un desarrollo similar al del “Aquí y Ahora” del Advaita, ligado al Atman, un perceptor que atestigua lo absoluto y que por lo mismo es absoluto.

Grados de Presencialidad

ADVAITA: El Presente se conoce o experimenta a través de cualquiera de los niveles que ofrece la Atención Eficiente: Concentración, Concentración No-dual y Meditación. 

FLOW: Posiblemente haya niveles de experiencias de Flujo, pero no se clasifican y menos se admiten diferentes perceptores.

TRANSPERSONAL: Una diferencia importante de esta escuela con el Advaita es que en ella la mayor parte del tiempo se está conociendo a través del Pensar/Sentir y esporádicamente a través de la Concentración. El Presente Cognitivo es algo muy buscado, pero poco visitado, aunque su brújula filosófica apunta directamente hacia él. Los estados cognitivos de Concentración, Concentración No-dual y Meditación encuentran correspondencia  en las experiencias cumbre y en los ENOC.

GESTALT: Se conoce fundamentalmente a través del pensar/sentir y del darse cuenta. También esporádicamente con la concentración. Prácticamente no hay ningún tipo de correspondencia con los estados no duales descritos por el Advaita salvo el denominado “punto cero de indiferencia creativa”; éste es descrito como un fondo repleto de infinitas probabilidades. 

HUMANISTA: Los ENOC son formas extremas de Atención Eficiente, y el modelo las resguarda como el culmen de la realización personal. Sin embargo, no tiene una madurez teórica suficiente como para designar los diferentes Estados de Conciencia y la relación que guardan con una conciencia absoluta.

COGNITIVO-CONDUCTUAL: Debido a su contigüidad con los modelos clínicos, psiquiátricos y de programación de conjuntos finitos de información (esta última quizás sobra, es un guiño a la computacional), esta escuela no maneja referencias suficientes como para reseñar este tipo de estados.

PSICOANÁLISIS: El psicoanálisis sólo concibe como techo de la percepción los estados de Concentración Dual.

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