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La necesidad de ampliar el marco teórico de la psicología

La base de la Psicología de la Presencialidad es la naturaleza del Presente y la Atención Eficiente, junto con una red de conceptos que se tejen para relacionar ambos y crear un cuerpo de ideas coherente, aunque fundado en premisas diferentes a las que estamos habituados a asumir en nuestra cultura.  

Para comprender el concepto de Presente primero es necesario aclarar el uso que aquí se hace de algunos términos y el contexto filosófico no dualista del Advaita, enraizado en la búsqueda interior y la realización del Ser, lo que le dota de un sesgo profundamente metafísico. La tarea de la PSP es “aterrizar” las ideas del Advaita al campo de lo cognitivo y desde ahí hacer un puente hacia lo psicológico.

La psicología y en general el pensamiento occidental se funda en la creencia de un “yo” sustancial que, aunque se considere más o menos cambiante o en proceso dinámico de construcción, no es cuestionable como ente individual. Sin embargo, aceptar esta idea como axioma tiene consecuencias como la separación irreconciliable entre sujeto y objeto y la creencia de que la conciencia está fragmentada y asociada a entes individuales. Y esto genera paradojas filosóficas, así como una limitación en el modo de entender nuestra realidad como seres humanos.

Es importante entender que la Psicología de la Presencialidad posibilita la opción de respuestas comportamentales y cognitivas sin que necesariamente estén referidas o supeditadas a un «yo». Sería algo así como la capacidad innata que tenemos de no declinar las frases y poder hablar en infinitivo, como le sucede a cualquier persona que, situada en un estado de profunda Concentración, realiza una actividad cualquiera de su vida cotidiana, con la pérdida del «yo», pero paradójicamente con aumento de la eficiencia de toda respuesta comportamental y cognitiva.  

A la luz de la visión no dualista, términos como Mente, Conciencia, Consciencia e incluso Atención o Presente, aunque parecen similares a los utilizados en las definiciones académicas de los diferentes modelos psicológicos, asumen necesariamente un rol diferente. Por ello, es necesario construir un nuevo “corpus” teórico lo suficientemente consistente que permita entender los alcances de un comportamiento humano maduro, cuya esencia es la firme meta de alcanzar la propia realización personal.

El Advaita aporta matices conceptuales que pueden enriquecer las perspectivas psicológicas, que en general se mantienen excesivamente ancladas en una visión demasiado monolítica del “yo” y amplía las posibilidades de la cognición y de la conducta humana hacia modalidades más eficientes y equilibradas.

 

Aclaraciones sobre conceptos fundamentales

Introducción al sistema de pensamiento Advaita

  • Conciencia

Para lograr traspasar el fuero metafísico y llegar a una expresión práctica, el Advaita encadena las ideas de Conciencia y la Atención. A la Conciencia le otorga una serie de características específicas con las cuales crea un tejido de ideas profundamente interesantes, entre ellas:

  1. La Conciencia otorga la capacidad de saber la existencia de lo conocido
  2. La Conciencia es el puente entre conocedor y conocido (sujeto y objetos)
  3. La Conciencia es esencialmente un «continuo» sin límites, pero asociada a la mente puede expresarse «segmentada»
  4. La expresión dinámica de la Conciencia «segmentada» se denomina atención.
  5. Entre la Conciencia «segmentada» a la «continua» la percepción puede ser estudiada a través de cinco estados de Conciencia
  6. La operatividad individual de la Conciencia se denomina Consciencia.
  • Atención

La Atención es el aspecto dinámico de la Consciencia e ilumina la capacidad cognitiva del individuo.

Debido a que la Atención hace parte de todos los instantes de la vida, pues conocemos solamente a aquello que atendemos, el Advaita establece una serie de características de la definen completamente, entre ellas:

  1. La Atención es el aspecto dinámico de la Conciencia «segmentada» o individual.
  2. La Atención puede clasificarse de dos maneras: Atención Eficiente y Atención Eficaz. En ambos tipos de Atención hay conocimiento, pero la Atención Eficiente faculta un tipo de conocimiento carente de «sentido protagónico»
  3. La Atención eficaz alienta la cognición de dos tipos de sujetos: Sujeto onírico y el Sujeto Vigílico que experimentan «sentido protagónico» cuando piensan, sienten, se emocionan o se apasionan.
  4. La Atención Eficiente alienta la opción de tres tipos de sujetos: Exín, o Testigo de la Concentración, el Saksim, o testigo de la Concentración no-dual y el Atman, testigo de la Meditación.

Los sujetos de cada estado de conciencia no son estáticos, al igual que acontece en el decorado de la percepción emocional y racional del ser humano. Debido al dinamismo del sujeto que se identifica con lo que piensa y siente, se genera un abanico de tendencias comportamentales a los que denominamos personalidad. Tanto el Exín como el Saksim y el Atman son testigos con una personalidad peculiar que a diferencia de la personalidad común del sujeto que piensa y siente, no se identifica con las acciones que realiza.  Por lo tanto, podemos afirmar que existen en cada estado de conciencia un testigo con personalidad propia, aunque cada testigo tiene características que los restantes no poseen.

  1. Igualmente, la Atención puede ser Interna o Externa, dando pie al nacimiento del mundo Interno o del Mundo Externo, respectivamente.

Es fundamental, para el análisis de la atención, y con ello poder describir claramente el comportamiento psicológico de cualquier individuo, la distinción entre la Atención Eficiente y la Atención Eficaz, para ello introduciremos un nuevo término, el Presente.

  • Presente

El término Presente no se refiere exclusivamente al uso que la física hace de ella, donde responde exclusivamente al marco referencial asociado al tiempo en el que los objetos evolucionan. El Presente en física hace parte de un entorno termodinámico que ofrece una flecha de tiempo que viene del pasado y se dirige hacia el futuro.

A diferencia de ello introduciremos el término Presente, referido a una condición netamente cognitiva. Se relaciona con la serie de condiciones que operan en la cognición y le otorgan una suma de características que impulsan la aparición de cinco diversos estados de conciencia, tal como el Advaita suele describirlos.

  • Sujeto

Facultad del proceso cognitivo de ser uno ante la multiplicidad de lo que se percibe. Símil: testigo, perceptor, conocedor, yo, ego.

  • Objeto

Entorno que el Sujeto conoce fuera de sí mismo cuando le atiende. Todo aquello que no es Sujeto.

  • Indagar

Capacidad consciente del Sujeto de percibir los Objetos. Se refiere a la capacidad de “darse cuenta” y reconocerse claramente como testigo de los objetos mentales propios y los del mundo externo. Implica una capacidad reflexiva que impide identificarse constantemente con las variables propias y ajenas percibidas. Símil: atestiguar, conocer.

  • Inindagar

Imposibilidad del sujeto que está conociendo de convertirse en objeto de percepción de otro testigo. Inindagar, requiere de alcanzar un estado de observación cognitiva tal que no exista la posibilidad de encontrar un referente previo más allá del testigo que se “da cuenta”. Por ejemplo, cuando hay sorpresa mayúscula, novedad, asombro o se está absorto en una actividad cualquiera, la mente inindaga, pues no existe un testigo que pueda “darse cuenta” de la existencia de otro testigo que realiza la acción. Sin embargo, si alguien está triste puede indagar su tristeza y “darse cuenta” de dicha emoción, pero aquel que se da cuenta de la emoción se convierte en atestiguado cuando otro testigo pregunta; ¿quién está triste? Este último testigo no se puede convertir en objeto de otro testigo previo, es inindagable.

  • Autoindagar

Capacidad consciente del sujeto de reconocerse existiendo.

Algunos “giros conceptuales” que se derivan del Advaita

  1. Del “yo” como ente (a priori) al “yo” cognitivo (resultado a posteriori del proceso cognitivo).
  2. De un “yo” único a los diferentes perceptores de cada estado de conciencia.
  3. Del Aquí & Ahora temporal al Presente cognitivo.
  4. De la Atención (de un yo) a eventos, a la Atención como continuo.
  5. De la realidad como conjunto de objetos a la realidad “hecha” de información entrelazada.
  6. De la Atención a objetos “reales” a la selección de campos de información.
  7. De la Concentración en “tareas” (psicológica) a la Concentración como Estado de Consciencia (relación sujeto-objeto).

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