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LA NATURALEZA DEL INCONSCIENTE

Generalidades

Los límites de la comprensión humana llevan a restringir la realidad conocida a una serie de fracciones que la Consciencia integra como una unidad, pero no logran explicar su relación con las restantes partes de la naturaleza. Apenas conocemos fracciones de una realidad que casi en su totalidad desconocemos.

La idea del Inconsciente teoriza sobre la existencia de un rol en la cognición que suma aquellas restantes partes que la Consciencia no detecta. De ser así, existe un nivel de realidad que simplemente desconocemos y que sin embargo compartimos a diario, por no decir, a cada instante de la percepción.

Su análisis, aunque complejo por su subjetividad, es fundamental, pues la potencial integración del Inconsciente puede convertirse en el paso fundamental que lleva al conocimiento final de Sí mismo. El Inconsciente no pasa de ser un misterio cuya esencia aún hoy en día cobra cada vez más interés por ser entendida.

Hay interpretaciones del Inconsciente que van desde verlo como un monstruo que oprime la conducta humana, hasta un entorno angélico que atrae al bien y sirve de catalizador a lo superior. He ahí variados planteamientos que el conocimiento de la hipnosis impulsó, siempre estudiado bajo contextos morales, tal como también han sido instrumentadas la religión y la psicología.

Lo que sí todos los estudiosos del tema tienen en común es la importancia de su análisis, pues el Inconsciente está conformado por un océano de información que de ser conocido puede ampliar los horizontes de la naturaleza esencial del ser humano.

Nociones sobre el Inconsciente

En la Psicología

El Inconsciente como base de propiedades Positivas o Negativas

El Inconsciente primigeniamente se estudió en la conducta como una instancia a la cual la Consciencia no tiene acceso, pero que se le revela en una serie de informaciones como en los sueños, los lapsus, los chistes, los juegos de palabras, los actos fallidos y en variados síntomas físicos y psicológicos. El inconsciente, según Freud, tiene la particularidad de ser a la vez interno al sujeto (y a su Consciencia) y exterior a toda forma de experiencia del pensamiento consciente.

Es usual en las ciencias sociales asociar el concepto de Inconsciente con las perspectivas psicoanalíticas, y con aquellas concepciones que lo entienden como un espacio psíquico que nos juega constantemente malas pasadas, y que está siempre agazapado determinando el operar de la consciencia.

La consideración cartesiana, planteó inicialmente una división en dos sustancias: Una primera correspondía a lo corporal donde se ubicaban las pasiones asociadas a la expresión de lo sensible; y la segunda, la consciencia cuya cualidad el intelecto, permitía el sometimiento de los contenidos de los sentidos a una inspección cuidadosa, previniendo que estas formas engañosas atentaran contra la verdad.

Con esta separación, la consciencia tendría como reto reconocer que fuera de su campo de acción existía un mundo sobre el que en verdad no se sabía nada. Este “no saber nada” conducía a creer que la consciencia debía cuidarse continuamente de no caer en formas falsas, producto de los sentidos.

A diferencia de esta interpretación, el Inconsciente, pasó a ser concebido en las perspectivas románticas como el fondo metafísico del espíritu que facilitaba al hombre acceder a los cimientos profundos de la naturaleza, tal como lo sugería Goethe, entre otros pensadores. El Inconsciente se pensaba a manera de una realidad transindividual, en la que los sujetos podían adentrarse y así renovar su capacidad creadora. Lo Inconsciente era ese espacio donde parecía no existir ningún control y donde se originaban las fuerzas que impelían el accionar humano en determinadas direcciones.

El Inconsciente como eje de una fuerza o fenómeno pasivo o activo.

A finales del siglo XIX e inicios del XX, el significado del concepto de Inconsciente tuvo diversas variaciones. En este momento el énfasis fue puesto sobre el papel que podría tener este fenómeno en el operar de la Consciencia. El concepto de Inconsciente es asociado a nuevas maneras de entender la Consciencia.

La Consciencia se empieza a entender como la fuerza atencional que opera como un faro donde se concentra la capacidad del sujeto para atender a los estímulos. Lo Inconsciente empieza también a entenderse como la suma de elementos que dependen del libre deambular de la Consciencia, o como esa instancia que desde la oscuridad determina el desplazamiento del foco iluminador. En otras palabras, lo Inconsciente empieza a entenderse como esa instancia pasiva al actuar de la Consciencia o como esa dimensión activa que determina el operar de su par opuesto.

El Inconsciente como concepto de subjetividad que integra permanentemente las experiencias y asegura que ellas tengan una coherencia y estabilidad.

Con el estudio de la hipnosis se posibilitó tanto el surgimiento del psicoanálisis como de otras posturas que establecían dimensiones fundamentales ajenas al quehacer de la Consciencia.

Un sujeto, por ejemplo, podía realizar acciones que en su estado de Consciencia cotidiana se resistiría a llevar a cabo. Incluso, un sujeto podía realizar en momentos de total ejercicio de su Consciencia, una acción absurda, o sin sentido, que le fuera ordenada realizar en su estado de trance, sin que pudiera recordar su origen, o sin que pudiera entender la compulsión que lo llevaba a realizarla.

Una de las particularidades del Inconsciente desarrolladas por Freud es la atribución a esta instancia de fuerzas repetitivas que ligaban al ser humano al pasado y lo condenaban a un destino trágico. Esta concepción se emparenta con la visión cartesiana en el sentido de ver la actividad Inconsciente como un obstáculo de la actividad racional. No obstante, dentro del mismo psicoanálisis se desarrollaron otras perspectivas que, en sintonía con las formulaciones románticas, entendieron el Inconsciente como una fuerza positiva que permitía la aparición de la creatividad y promovía la exaltación de la libertad del ser humano.

Jung establece una visión positiva de lo Inconsciente, e igualmente se distancia del pansexualismo freudiano. Contrario al Inconsciente libidinal propuesto por Freud, Jung introduce la existencia de un Inconsciente colectivo en el cual están implícitos problemas culturales universales que atraviesan el proceso de individuación de los sujetos. La expresividad universal que caracteriza el Inconsciente colectivo, y que se ve claramente referido en las distintas manifestaciones de la cultura y la religión, facilita al individuo una completa realización. En el Inconsciente actúan procesos de represión, como de sublimación, que facilitan la activación de dimensiones positivas del actuar humano.

William James trató de posicionar a la Consciencia como un aspecto crucial en el estudio de la mente humana, aduciendo que la unidad y la continuidad eran dos de sus propiedades fundamentales. Desde un principio, el filósofo norteamericano, tomó distancia de aquellas consideraciones asociacionistas, que veían a los estados de la Consciencia como el resultado de una asociación de ideas independientes y no como un fenómeno global. En esta medida, James consideraba que el estudio de medidas fisiológicas y la exploración del cerebro, eran solo algunos de los varios eslabones que debería contemplar el trabajo de la psicología, y de manera especial, la investigación sobre el campo de la Consciencia; un estudio integral de la experiencia consciente, tendría que incluir el carácter interno de la experiencia, los significados que se anclan a toda dimensión vivencial.

La necesidad de reconceptualizar el Inconsciente

Después de la presentación anterior podemos anotar que la historia más reciente es una continuación dinámica de estos mismos ejes. El Inconsciente cognitivo, tal como lo conocemos hoy día, es un claro rescate de discusiones que se dieron en el marco histórico del nacimiento de la psicología. Igualmente, los estudios sobre la subjetividad tienen su espacio en la investigación actual. Las perspectivas sobre la Consciencia y el problema de la identidad y el self son la expresión contemporánea de muchas de las ideas formuladas por James.

El primer punto para esta nueva reconceptualización, sería el entender lo Inconsciente y la Consciencia como dimensiones de un continuo y no como instancias opuestas del proceder psíquico. En otras palabras, es necesario establecer una teoría de niveles o de estados diferenciales de la Consciencia. El segundo punto, demanda reconceptualización a una consideración de las posibles relaciones entre las diferentes formas, o niveles de Consciencia (ver https://psicologiadelapresencialidad.com/estados-de-conciencia/).

 

El Inconsciente y el Advaita

Las tradiciones orientales han analizado desde hace milenios conceptos que se entrecruzan y se relacionan al del Inconsciente. Su metafísica les obligó a insinuar un tipo de realidad gracias a la cual el individuo acceda a su desarrollo interior, pero que a la vez puede convertirse en un obstáculo en el camino de dicha realización personal. Tal vez la expresión más notoria tiene que ver con los ejercicios tántricos que favorece la tradición tibetana.

En el Advaita, el análisis del Inconsciente ha pormenorizado ideas que occidente recién implementó en su portafolio en pleno siglo XX. Desde hace milenios se trabajó el concepto de Inconsciente grupal y personal. Conceptos como el de Prarabdha Karma o la propia Reencarnación favorecieron su estudio al enmarcarlo como memoria atemporal.

El Inconsciente limita la mente y define claramente una frontera entre el individuo y su complemento. Sin embargo, la interrelación entre el mundo humano y el grupal se convierte en un juego que según se desarrolle, es capaz de dar origen a diversos estados de Consciencia.

Las conclusiones a las que llega el Advaita en el tratamiento del Inconsciente, son supremamente interesantes. Sus relaciones con el tiempo, el espacio y la naturaleza de la información, se convierten en catalizador de realidades que son capaces de explicar la suma de situaciones que de otra manera no tendrían explicación, como lo son la hipnosis, los momentos cumbres o los simples poderes parapsicológicos.

Analizaremos algunos tópicos asociados al Inconsciente, una idea interesante y necesaria en el campo de la filosofía y la psicología.

 

Las diversas expresiones del Inconsciente

La necesidad del Inconsciente

Aunque parezca extraño, podemos afirmar que el Inconsciente es la salvaguarda de la Individualidad. Se asimila a una gran bolsa, una membrana que delimita cada «parte» del «todo». El trabajo del Inconsciente le permite a la Consciencia Individual tener un campo de exploración que delimita su propia identidad.

Así como las fronteras de los objetos permiten distinguir unos de otros, así mismo, el Inconsciente actúa como frontera entre el «yo» y el «no-yo». El sentido de existencia personal cobra sentido en la medida en que el Inconsciente permanece, pues este asume la salvaguarda de la existencia personal.

La presencia del Inconsciente determina la aparición de variados Estados de Consciencia asociados siempre a Campos de Cognición Cerrados. Nuestra evolución inicia con el control total del Inconsciente, subsecuentemente al nacimiento de la Consciencia Individual, y por supuesto del «yo», para pasar finalmente a la integración de ambas, Consciente e Inconsciente.

El Inconsciente como Memoria

Debido a la condición subjetiva del Inconsciente, muchos autores convencionales y no convencionales han descrito el Inconsciente como un océano de memoria, similar a los que en algunas tradiciones se denomina los registros akáshicos. Corresponde a un inmenso lienzo donde se graban todas las experiencias realizadas por los entes existentes. Este inmenso cuadro colorea individual y colectivamente los sucesos. Es en este tópico donde mayormente cae la hipnosis, actividad que desaloja el «sentido volitivo», y favorece el acceso al pasado personal.

El Inconsciente como Inconsciencia

Este tratamiento es tal vez el más utilizado por la psicología. El Inconsciente pasa a ser un estadio oscuro y controlador de la mente consciente. Se asemeja a una fuerza que controla desde un desconocido lugar, de tal modo que el comportamiento se ve afectado por su influencia.

El Inconsciente como “Yo  Superior”

Hay variados autores que hablan de un «yo superior» que sirve de amasijo a la voluntad humana, forjando actividades y comprensiones que llevan al propio descubrimiento interior.

El Inconsciente como Olvido

Representa lo que en algunas escuelas psicológicas se rata como memoria a largo plazo. El paso del tiempo, el propio desinterés o las experiencias subsiguientes, surgen como factor determinante del olvido de los sucesos experimentados, llevando las situaciones a una región oscura donde finalmente se esconden, para volver o no en algún momento.

El Inconsciente como Instinto

La presencia del Inconsciente no opera exclusivamente en el plano ideal, sino que sirve de soporte a las actividades fisiológicas no volitivas. Manifiesta un orden que mantiene la vida del individuo.

 El Inconsciente como Impulso Inteligente

La actividad dinámica de las Fuerzas de la Naturaleza opera como un tipo de actividad completamente eficiente y ordenada que lleva a presuponer un trasfondo operativo inteligente.

El Inconsciente como una Mente Universal Volitiva

En este caso el Inconsciente pasa a convertirse en un regente de su propia mente, donde sus decisiones se interceptan con las humanas. Ello da paso a multitud de eventos donde el bien o mal interactúan con los humanos, dando su apoyo a la vida o a su ausencia.

El Inconsciente como Complemento del Campo

Corresponde a la visión integradora del Advaita que recoge la suma de interpretaciones previas y adiciona la redefinición de la Consciencia como una entidad «continua». Es la mente y su facultad diferenciadora la que induce la aparición de fronteras y por ende la dualidad entre conocedor y conocido.

Aportaciones del modelo Advaita a la comprensión del Inconsciente

A partir de los preceptos de la filosofía Advaita sobre la mente y la Conciencia, Sesha ha creado un modelo cognitivo que, no sólo predice y da cabida a todos los posibles estados cognitivos que el ser humano es capaz de experimentar, sino que puede dar respuestas a los más profundos problemas metafísicos, epistemológicos y éticos. Le denominaremos el modelo de los Campos de Cognición.

Inconsciente y Campos de Cognición

Campo Cerrado

Denominaremos como Campo Cerrado de Cognición a toda la información integrada en un proceso Consciente y delimitada por los sentidos, los recuerdos o el Inconsciente. Es frecuente que la cognición del ser humano esté asociada a Campos Cerrados en donde habita la Consciencia Individual.

La frontera final de un Campo de Cognición Cerrado es el Inconsciente. Las demás fronteras: peso, carga eléctrica, forma, tiempo y demás, son posteriores a esta inicial. Fracturada la frontera del Inconsciente, el Campo de Cognición se torna Abierto.

Es importante acotar que tanto las fronteras de los objetos internos como la misma frontera final del Campo son cambiantes. Ello permite al Complemento del Campo «respirar», al igual que al Campo mismo. Hay un constante cambio en aras de encontrar el equilibrio.

Una de las expresiones más contundente que generan Campos Cerrados es el lenguaje. La comunicación lingüística imbuida de «sentido protagónico» favorece el funcionar de una mente racional o emocional. La mente trabaja en paquetes de información consciente, revelando la fuerza de existencia de cada uno de ellos.

Complemento del Campo

Entonces, todo Campo Cerrado de Cognición está delimitado por una frontera que impide conocer más allá de esta. Una pared en ladrillo impide a cualquier observador ver tras de sí. La parte oculta hará parte del Complemento del Campo, y los sentidos, en este caso la vista, se convierte en el limitante de la cognición. Otro observador intenta recordar su niñez y no llega a evocar sus tres años, por ejemplo. En este caso la memoria no evocada hace parte del Complemento del Campo y la edad, como tiempo, es el limitante. Así mismo, cualquier evento realizado por un tercero en otras épocas de tiempo o espacio se convierten en parte del Complemento del Campo, pues conforman y hacen parte del Inconsciente Colectivo. De esta manera, el Inconsciente Colectivo hace parte del Complemento del Campo y las vivencias de terceros en el limitante de la percepción.

Campo Abierto

De igual manera, un Campo de Cognición Abierto está representado por información que asume como sustancia del «continuo de la Conciencia», y a diferencia de cualquier Campo Cerrado no está delimitado por frontera alguna, ya sea sensorial, de recuerdos o Inconsciente.

Entidades como lo Eterno, el Infinito o lo Omnisciente, son Campos Abiertos. A la suma de todos ellos solemos denominarle como el Absoluto. Así, el Absoluto se convierte en la representación ideal de un «todo integrado» sin frontera alguna que diferencie la información interna con la externa.

La idea de Dios se asimila también a la existencia de un Campo Abierto. Por ello, es imposible definirlo pues cualquier palabra o idea que lo intente condiciona y limita su realidad, inhibiendo el axioma de su existencia: la ausencia de toda frontera.

 

El Inconsciente como Complemento del Campo. Caracterización

Una nueva apreciación del Inconsciente lo tiene el Advaita en su formulación del Complemento del Campo. Sin embargo, el Inconsciente como idea es corta ante la inmensidad del Absoluto; el Absoluto le supera de tal manera que, la información restante a la que conforma un Campo de Cognición Cerrado se denomina Complemento del Campo.

La cognición asociada al «yo» implica exclusivamente el reconocimiento de fracciones, de información integrada gracias al ejercicio de la Consciencia. Al igual que una escritura pública determina los linderos de la compra-venta de una casa, similarmente la percepción establece modalidades de informaciones cognitivas que la Consciencia Individual identifica como propias, y otras que no. Todo aquello no conocido se establece como el Complemento del Campo.

Por definición, un Campo de Cognición desconoce su Complemento del Campo. En caso de conocerlo se plantearía la aparición de un Campo Abierto. Por lo tanto, cognitivamente hablando:

Campo Cerrado + Complemento del Campo = Absoluto

Desde esta simple perspectiva matemática se puede afirmar que:

Complemento del Campo = Absoluto – Campo Cerrado

Anulando en la cognición el «sentido del yo», y con ello deshaciendo en la cognición la aparición del Complemento del Campo, vemos que:

Campo Abierto = Absoluto

Esta fórmula, es la base de la gran mahavakya del Advaita: Aiam Atma Brahman, el Atman es idéntico a Brahman.

 

Inconsciente Vrs. Complemento del Campo

El Complemento del Campo es un término más general y amplio que el de Inconsciente. El Complemento del Campo unifica la suma infinita de informaciones no conscientes en cualquier tiempo y espacio que un Campo Cerrado establece al conocer.

El Complemento del Campo puede contener información asociada a procesos instintivos, recuerdos olvidados de esta u otras vidas, e incluso a informaciones del Inconsciente Colectivo. Sin embargo, el Complemento del Campo no es un estrato fijo, sino que puede no solamente integrarse a los Campos Cerrados de Cognición, mediante la conformación de Campos Abiertos, sino que su información puede saltar también a Campos Cerrados mediante procesos creativos o intuitivos, o mediante simples recuerdos que actualicen la propia memoria y permitan recordar un acontecimiento personal olvidado.

El Complemento del Campo no solo es memoria, sino también sustancias materiales. En general todo tipo de información que constituya cualquier tipo de entidad. Nos sirve para interactuar metafísicamente y así plantear soluciones al problema de qué es Lo Real, puesto que introduce en su análisis el concepto de lo Absoluto.

El Inconsciente suele abonarse al tratamiento conductual en los ámbitos psicológicos, pero el Complemento del Campo se asocia a entornos diversos, lo que da solución a complejas paradojas en diversos campos de conocimiento. Plantear que la Conciencia es un «continuo» otorga al Complemento del Campo la inteligencia necesaria para elaborar formas de vida en múltiples estados de realidad.

 

Características del Inconsciente como parte del Complemento del Campo

El Inconsciente pasa a ser una entidad inteligente y plástica —una Mente Colectiva—, tal como la materia mental, que rige los procesos donde su influencia alcanza. Es la mente individual quien se superpone, tal como lo hace una gota de un color sobre un cubo con pintura blanca, creando así el aparente sentido de diferencia a causa de los bordes entre un tono y otro. En razón de ello:

  1. El Inconsciente es un entorno Consciente que puede actuar mediante infinitas fracciones inteligentes, según sea la expresión del Complemento del Campo que represente. Es decir, para quien está soñando, la vigilia hace parte de la realidad no conocida del Complemento del Campo, pero al despertar, los recuerdos del sueño pueden volatilizarse y desaparecer a la Consciencia y quedar como parte del Complemento del Campo.
  2. El Inconsciente, por lo tanto, puede asumir tanto la condición Individual como la Colectiva. Es interesante en este planteamiento la aparición de una mente colectiva con su propia personalidad, que ofrece respuestas conductuales con diversos grados de voluntariedad a sus propios estímulos.
  3. Ello implica que el Complemento del Campo no está delimitado por el tiempo ni por el espacio, pues los incluye en su naturaleza. Todo el pasado y el futuro no detectado en el Campo, se reconvierten al Complemento del Campo. Todo esto lleva a que el Inconsciente es un entorno cognitivo no delimitado por tiempo ni espacio, razón por la cual es posible acceder a cualquiera de sus facetas o discurrir por lugares y edades que la Consciencia tiene prohibido por Karma .
  4. El Complemento del Campo es una red de Información «continua» entrelazada por la Consciencia; al igual que un Campo Cerrado es una red de información «secuencial» entrelazada por la Consciencia, la Conciencia otorga la simultaneidad cognitiva que entrelaza la información.
  5. Por lo tanto, el Inconsciente, al igual que la Consciencia, están siempre estrechamente ligados. Esto es, como esencia, la Conciencia es un «continuo» que habilita la existencia de las cosas conocidas. La Consciencia Individual es una quimera producida por la Identificación y el sentido de identidad que provee la mente.
  6. La información que compone el Complemento del Campo es amoral. Es por ello que el Complemento del Campo esconde fuerzas no solamente benignas sino también francamente destructivas. El acceso al Complemento del Campo no es un juego en el que todo lo que se pueda advertir en él es grácil para el ser humano. Es posible también despertar fuerzas inimaginables que llevan al ser humano al descontrol. Esta situación la aprovecha el Budismo tibetano en la expresión del tantra, donde el estudiante se inmerge en energías con las que crea realidades propias del Complemento del Campo.
  7. El Inconsciente se aloja en la mente, en la materia mental o antakarana. Por ello no solamente convive en la memoria —chitta—, sino también en los diversos constituyentes. Por esta razón, el Inconsciente suele relacionarse con el propio procesamiento de la conformación —manas—, como también a su aspecto inteligente —budhi—. De igual manera también se lo puede asociar a su contraparte egoica —ahamkara.
  8. El Inconsciente llega a definirse a través de la memoria inteligente en la que se escriben todos los acontecimientos que operan en la mente universal. Desde esta perspectiva, el Inconsciente se convierte en la información que nutre la percepción asociada al Complemento del Campo.
  9. Sin embargo, también el Inconsciente se somatiza al cuerpo por Prarabdha Karma. De esta manera puede convivir como una tendencia física que reacciona sin encontrar una causa aparente que distinga su origen.
  10. El Inconsciente puede aparecer en forma sutil, como agrupaciones de ideas, hábitos o incluso habilidades que restringen o apoyan el proceder conductual. En múltiples ocasiones llega a estructurarse como un conglomerado de sensaciones que se agrupan en un núcleo humano o en un agente externo, haciendo que el entorno se convierta en un agente dinámico y activo.
  11. También el Inconsciente puede emerger como una entidad, ya sea con forma entendible o no. La agrupación de información en este caso debe distinguirse de las entidades humanas o dévicas que pueblan el mundo sutil.

 

La Conciencia como sustrato del Campo y del Complemento del Campo

Para analizar de forma asertiva el Campo y el Complemento del Campo se requiere redefinir el concepto de Conciencia.

  1. La Conciencia es un «continuo», una entidad sin partes ni límites.
  2. La Consciencia es la base de la cognición. La Consciencia Individual es tan solo una proyección de la Conciencia No-dual, como lo es una ola del océano.
  3. La Conciencia es previa a la mente, razón por lo cual la mente puede convertirse en objeto de percepción mediante un estado de atestiguación diferente al común; inclusive, la atención, como factor dinámico de la Conciencia, puede ser testigo de sí misma.
  4. El «yo» es un producto residual de la cognición. El “yo” es un ente aparentemente real que no es consciente por sí mismo. Al igual que una piedra iluminada por el sol emite calor, es posible establecer con cierta claridad, según el modelo advaita, que la Consciencia individual, es un reflejo de la Conciencia, y el “yo” sería equivalente al residuo calórico de la piedra (la mente) expuesta al sol.

 

Aplicaciones de la noción de Complemento del Campo

  • Complemento del Campo y Conducta

Una de las expresiones más comunes y que más se han estudiado del Complemento del Campo, es aquella que atañe a la modificación de la conducta. La intervención del Inconsciente o del Complemento del Campo es la suma de respuestas comportamentales que frecuenta la actividad humana. La presencia del Complemento del Campo lleva a que el individuo no pueda sortear conscientemente los estímulos conscientes y lo mantiene abocado a responder bajo impulsos desconocidos originados por la influencia del Prarabdha Karma.

Ello propone una fina línea en donde la libertad personal se coarta por influencias desconocidas. Ser presa del Inconsciente implica acercarse a la naturaleza animal más que a la humana. Inclusive, las consecuencias del Inconsciente en la conducta llevan a constituir una identidad personal inestable. Una respuesta Inconsciente impide la integración Consciente. 

  • El Complemento del Campo como una Red de Información

He aquí dos preguntas fundamentales: ¿Qué tipo de sustancia constituye el Complemento del Campo? ¿Qué tipo de sustancia conforma el Inconsciente?

El Inconsciente siempre se ha planteado como un entorno exclusivamente ideal. Hace parte de un entorno que no irradia termodinámicamente, por lo que no se puede medir con ninguna sonda. En cambio, el Complemento del Campo tiene en su seno no solamente informaciones ideales sino también materiales. Desde esta perspectiva, el Complemento del Campo puede poseer un entorno medible por sondas, por lo que dicha fracción está obligada a cumplir las dos leyes fundamentales de la termodinámica.

El Complemento del Campo no cobra sentido de no existir un entorno que agregue, que nuclee la información material y física que lo constituye. Asume ser una red de información que gracias al soporte de la Conciencia se hace existente, se vivifica. 

  • El Complemento del Campo, una entidad Consciente

El Complemento del Campo es una entidad inteligente y por lo tanto Consciente. Cualquier fracción del Complemento del Campo también es inteligente y por ende Consciente. De igual forma, tanto el Complemento del Campo, como cualquier fracción suya, poseen, memoria, budhi e identidad.

En virtud de lo anterior, el Inconsciente puede convertirse en amigo como también en maestro o enemigo. A veces asume la fuerza creativa como la destructiva. Imaginemos una habitación con amplios ventanales que enciende sus luces ya siendo de noche. Con las luces encendidas es imposible desde el interior de la habitación ver hacia fuera, pues las luces se reflejan en los vidrios. Así ocurre con el Inconsciente, la propia luminosidad de la Consciencia personal impide conocer la información del Complemento del Campo. Otro ejemplo que vislumbra el desconocimiento del Complemento del Campo es la irradiación solar. De día es imposible ver las estrellas, pues la luz del Sol quema la vista e imposibilita ver cualquier estrella del firmamento. La propia luminosidad solar se asemeja al brillo Consciente que impide al Campo detectar por voluntad el Complemento del Campo. 

  • Complemento del Campo e Hipnosis

La hipnosis fue uno de los primeros procesos cognitivos que dieron sentido al Inconsciente. El acceso a información consciente desconocida dio nacimiento a un nuevo entorno no-consciente que de alguna manera nos rodea.

La hipnosis retira el mecanismo volitivo consciente, permitiendo a la mente acceder al Complemento del Campo a niveles aún delimitados por el propio Karma personal. Mientras la No-dualidad da acceso al Complemento del Campo mediante un entrelazamiento cognitivo que diluye las fronteras cognitivas, mediante la simultaneidad cognitiva sujeto-objeto. 

  • Complemento del Campo y No-dualidad

La No-dualidad es el mecanismo cognitivo que deshace las fronteras internas o externas que delimitan un Campo Cerrado de Cognición. De ahí su importancia, pues la Conciencia, como «continuo» y entidad integradora, favorece el entrelazamiento Conciente de la suma de toda información. Es por ello, que la No-dualidad hace Conciente el Inconsciente y logra mediante los mecanismos meditativos unificar uno con otro. La No-dualidad inhibe las fronteras internas o externas de la información que constituye los Campos de Cognición. Sin embargo, la No-dualidad no diluye los objetos, más sí sus fronteras.

La No-dualidad se convierte en la herramienta más importante para el descubrimiento de Lo Real, ya que integra los mundos de las «partes» y de los «todos». La tradición Advaita convierte la No-dualidad en la temática fundamental de su desarrollo, en la materia esencial de su estudio.

 

El Asalto al Inconsciente o Complemento del Campo

El Complemento del Campo hace extensiva la comprensión de lo Infinito y Eterno. Es un caudal de información que logra ser captado mediante la No-dualidad.

El Inconsciente, o el Complemento del Campo, no puede ser integrado mediante actividades volitivas. La misma presencia del «yo» impide el entrelazamiento Consciente entre ambos mundos. Toda disciplina interior tiene como objetivo establecer este mecanismo cognitivo, pues es la única forma de borrar toda frontera cognitiva.

El Inconsciente debe ser conquistado e integrado mediante la práctica meditativa. La aceptación de una identidad que acepta su propia disolución se convierte en el punto de inflexión en el reconocimiento de la Realidad y de lo Real.

 

Referencias Bibliográficas

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