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EL PRESENTE EN LA TERAPIA COGNITIVO-CONDUCTUAL 

                                                                         (ver artículo: Introducción a la Terapia Cognitivo-conductual)

Para la terapia cognitiva la mente se define como un instrumento que procesa la información proveniente de los eventos del día a día. Su área de intervención clínica se centra exclusivamente en las interpretaciones que moldean la experiencia subjetiva de la persona, ya que es en base a éstas que la persona reaccionará de un modo u otro ante la vida.

Desde esta vertiente psicológica, no se asume que haya una realidad carente de influencia subjetiva ya que, en palabras del propio Ellis:

“Los acontecimientos activadores no existen en estado puro: casi siempre (…) las personas ponen algo de sí mismas en los acontecimientos (…): sus metas, pensamientos, deseos y tendencias fisiológicas. (…) El ser humano nunca experimenta acontecimientos (…) sin creencias ni consecuencias. (…) En virtud de lo anterior, no existe un referente estable que conlleve una respuesta universal.”

Para esta perspectiva, el presente es el lugar desde el que la persona es capaz de mirar a sus propios pensamientos y asumir un rol que le permita analizarlos sin dejarse llevar por su implicación emocional.

Más tarde, desde ese mismo presente, esta capacidad de evaluar las situaciones evoluciona hacia una forma más realista y ajustada a las circunstancias, centrándose en el futuro y en el disfrute por la consecución de los objetivos y metas propuestas.

El presente, por tanto, se asocia con la voluntad y con la capacidad de elegir conscientemente la forma en como reaccionamos ante la vida y las decisiones que tomamos.

El Presente

Estos juicios de valor desajustados son compulsivos, automáticos e involuntarios. Aparecen en nuestra mente y modifican nuestra descripción de la realidad sin que medie una elección consciente.

“…No importa cuándo y cómo haya adquirido sus Creencias irracionales y sus hábitos auto-saboteadores, usted, ahora, en el Presente está eligiendo mantenerlos y por eso está perturbado ahora…”

De alguna manera, en el núcleo de las distorsiones cognitivas se encuentra siempre una creencia absolutista no cuestionada que tiene el poder de arremolinar en torno a sí recuerdos, emociones, juicios de valor, elecciones, prejuicios, etc., e impidiendo que la persona entre en contacto con ella y pueda llegar a cuestionar su veracidad.

“…Hemos de recalcar una vez más que la esencia de las alteraciones emocionales, de acuerdo con la RET, consiste en los absolutistas «debo» y «no debo» que las personas achacan a su fracaso, a su rechazo, al trato tan pobre que reciben de sus semejantes, y a sus frustraciones en la vida. Hay que poner especial acento en que los terapeutas busquen las «imposiciones» dogmáticas e incondicionales de los clientes, diferenciándolas de sus preferencias, y enseñándoles cómo desterrar el pasado y quedarse con el Presente…”

Y esa es la labor del terapeuta, detectar y cuestionar de un modo ordenado y respetuoso, aquellas creencias irracionales y altamente emotivas entorno a las cuales las personas han estructurado sus conductas desadaptativas e insatisfactorias.

“Con el fin de obtener el máximo beneficio de la RET, los clientes pueden llegar a tres tipos de insight, que son: (1) La perturbación psicológica está determinada sobre todo por las Creencias absolutistas que tienen de sí mismos, de otros y del mundo. (2) Aunque la gente adquiera las Creencias irracionales en su más tierna infancia, mantienen sus perturbaciones, readoctrinándose a sí mismos con estas Creencias en el Presente. (3) Sólo si trabajan constantemente en el Presente y futuro para pensar, sentir y actuar contra estas Creencias irracionales, serán capaces de abandonar sus irracionalidades y convertirse en personas menos perturbadas.”

Una vez que la persona entra en contacto con esas creencias fundamentales y se sostiene frente a ellas, se vuelve capaz de asumir la ansiedad que hasta ese momento ha estado evitando y reevaluar su lógica y racionalidad.

Esto produce esencialmente un descondicionamiento cognitivo que desliga la asociación psicológica entre esa creencia y la respuesta de ansiedad. Las conductas de evitación y huida psicológica y conductual se desvanecen y la persona puede reformular sus metas y objetivos en términos más realistas y afines a sus circunstancias actuales.

Discusión

No ofrece un modelo de salud integral:

  • No existe el concepto de presente sino que la felicidad del ser humano deviene en el desarrollo de sus propias interpretaciones de su experiencia. EL modelo tan solo se ocupa de las conductas, emociones y evaluaciones de las personas perturbadas.
  • La felicidad se alcanza cuando se logran las metas propuestas. Posee un claro enfoque centrado en el futuro y en el disfrute por la consecución de objetivos.
  • La salud y funcionalidad psicológica se asocia a las Creencias Racionales (Son relativas y no impiden la resiliencia), mientras que la enfermedad se asocia a las Creencias Irracionales (Son absolutistas e impiden la persecución de metas). Es decir, la salud psicológica se sustenta sobre un entramado de creencias.
  • La salud psicológica deviene con la autoaceptación y un alto nivel de tolerancia a la frustración ante las perturbaciones e insatisfacciones de la vida.
  • En este modelo no existe el concepto del presente pero sí la aceptación de la experiencia previa y el valor de las expectativas futuras y el logro de los objetivos.

No contempla la despersonalización:

  • El ser humano está limitado a la interpretación personalística en la que siempre existe sentido de yo.
  • Se centra en enseñar al paciente a reflexionar y categorizar sus propios filtros psicológicos, de una forma análoga a la lógico-empírica.
  • Lo que más se acerca al modelo del presente y de la concentración es cuando habla de las “Observaciones No evaluativas”, es decir, de aquellas que “no van más allá de los datos de los que disponemos (no les añadimos nada de lo que creemos)… porque no tienen ninguna relación con nuestros objetivos”. Aun así, están dialectizadas. Ejemplo “El hombre ha cogido el vaso”; tomar el vaso es una simple descripción objetiva del evento sucedido.

Relativismo:

  • Para este modelo, el presente no es un ambiente propicio para la transformación personal, debido a que A. Ellis plantea la racionalidad como un evento no definible debido a su naturaleza relativa (p. 16).
  • No da una solución rotunda a la polaridad “libertad-determinismo” en el presente. “Pone un énfasis especial en la importancia de la capacidad de desear y de elegir en un momento dado, aunque también acepta la posibilidad de que algunas conductas estén en parte determinadas por lo biológico, social y otras fuerzas.” p.16.

No asumen que haya una realidad carente de influencia subjetiva “Los acontecimientos Activadores no existen en estado puro: casi siempre interactúan unos con otros e incluyen par de las creencias y consecuencias, además las personas ponen algo de sí mismas en los acontecimientos Activadores: sus metas, pensamientos, deseos y tendencias fisiológicas). p. 20 “El ser humano nunca experimenta acontecimientos Activadores sin creencias y ni consecuencias” p. 21. En virtud de lo anterior, no existe un referente estable que conlleve una respuesta universal.

Artículo: “Cómo la terapia ocupacional se relaciona con la Psicología presencial”. Por Alejandro Zalba

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