La experiencia Flow y el Dharmapor José Velasco Hace unos días, repasando…
Introducción al Mindfulness
por José Velasco
La atención plena también puede (…) ayudarnos a recuperar el momento presente, recordarnos la importancia de morar en él, de experimentarlo con todos nuestros sentidos y de ser conscientes de lo que sucede. (Jon Kabat-Zinn)
Orígenes e influencias del mindfulness
Mindfulness es un término que se ha hecho muy conocido en las últimas décadas y que se suele traducir como “atención plena”, “atención consciente” o “conciencia plena”, aunque muchos autores optan por no traducir el término. Su origen se remonta al término sati, del milenario Canon Pali del budismo theravada y en su vertiente práctica tiene como base las técnicas de la denominada meditación Vipassana. Al término sati se le atribuye una doble acepción, por un lado, se refiere a “prestar atención a lo que estamos haciendo”, pero también al hecho de “recordarnos prestar atención a lo que tenemos que estar haciendo si hemos dejado de hacerlo”[1]. Este enfoque de la atención es el que luego se ha adaptado a la corriente actual de lo que se suele entender por mindfulness.
El mindfulness se ha extendido dentro de la cultura occidental a través de la meditación Vipassana, aunque también tiene influencias del zen y otras tradiciones orientales en su aplicación por algunos autores en el entorno anglosajón. Pero para su difusión ha sido determinante el interés que ha despertado dentro del sector de las ciencias de la salud. En concreto, la evolución de la psicología cognitiva ha contribuido al desarrollo de las denominadas terapias de tercera generación en las últimas dos décadas, en las que se da especial importancia a la aceptación y a la conciencia plena, entre otros factores. [2]
Aunque los primeros estudios que incorporaban la meditación a la psicoterapia comenzaron a partir de los años setenta del siglo XX, ha sido en este siglo cuando se ha multiplicado el número de publicaciones científicas hasta contarse ya por varios miles. Esto demuestra que se ha ido consolidando la idea de que la atención, a través de ciertas técnicas meditativas, interviene en la mejora de la salud y el bienestar de las personas.
Autores representativos
El mindfulness, como atención plena o conciencia plena, tiene un origen milenario y como tal estado de la mente y de la conciencia no pertenece de forma exclusiva a ninguna cultura, religión o escuela psicológica. Más allá de esto, en su transmisión y difusión en Occidente han sido claves algunos referentes indiscutibles que han sabido transmitir de una forma cercana y organizada las bases de estas técnicas.
Thich Nhat Hanh
Uno de ellos ha sido Thich Nhat Hanh un monje budista y activista por la paz de origen vietnamita. Estuvo exiliado por oponerse a la guerra en su país y eso le llevó a viajar por Francia y Estados Unidos. Ha fundado varios monasterios donde se enseñan varias técnicas de mindfulness (sentado, en movimiento, la relajación o la alimentación consciente). Es un escritor prolífico y su obra más conocida, “El milagro del mindfulness. Manual de meditación” (1975), ha clarificado el concepto de mindfulness facilitando la divulgación de la práctica de la respiración y de la atención consciente en el momento presente.
Jon Kabat‐Zinn
En otro ámbito, el médico Jon Kabat‐Zinn (Facultad de Medicina de la Universidad de Massachusetts) estudió budismo y meditación en la India en los años sesenta. Es quizá el autor más conocido en este campo, gracias a su Programa de ocho semanas de reducción del estrés basado en la Atención Plena (MBSR en sus siglas inglesas), desarrollado a finales de los años ochenta del pasado siglo. Ha supuesto una valiosa aplicación de la práctica del mindfulness como técnica complementaria a los tratamientos médicos destinados a manejar el dolor, la ansiedad, la depresión y otras dolencias crónicas. No sólo has ido el autor que volvió a actualizar el término mindfulness, sino que sus obras de divulgación para el gran público [3] han promovido la práctica de la atención plena y sus beneficios en todos los aspectos de la vida cotidiana.
Otras aportaciones
Se consideran también muy importantes las contribuciones de J. Williams, Z. Segal, J. Teasdale, D. Siegel y S. R. Bishop, entre otros autores, sobre todo en los campos de la investigación clínica. En España algunos referentes en mindfulness son investigadores como Vicente Simón, Ausiàs Cebolla o Mayte Miró.
Los beneficios terapéuticos del mindfulness, además, han contribuido a promover estudios que constatan los cambios fisiológicos (en el sistema inmune, la frecuencia respitatoria, etc.) que ocurren durante la práctica de la meditación. Entre ellos que destacan las investigaciones del cerebro con técnicas de neuroimagen, EEG y otras que han dado origen a las neurociencias contemplativas (o de la meditación), en las que fueron pioneros los trabajos de Richard Davidson.
Es de resaltar que el mindfulness no solo se ha aplicado en el campo terapéutico sino que se ha ido introduciendo en otros ámbitos como el educativo. Existen programas en las escuelas basados en mindfulness para potenciar el desarrollo personal y social del alumnado y promover el estado de bienestar en toda la comunidad educativa. Un ejemplo pionero en España es el programa educativo “Aulas Felices”.
Caracterización
En la práctica de la meditación mindfulness se genera cierto estado de conciencia promovido por la acción de atender y de darse cuenta de lo sucede en la mente al moverse de un estímulo a otro según estos van apareciendo en el campo de la consciencia.
El meditador mantiene su atención en el presente, generalmente sobre la respiración, que sirve como soporte a la atención. Como la mente tiende a la distracción o a producir pensamientos que apartan del objeto de atención, cuando el practicante toma conciencia de nuevo ha de volver al objeto de atención sin recriminarse. Con el tiempo la mente se va adaptando a este proceso y lo hace sin lucha.
Kabat- Zinn , de forma complementaria a la práctica formal de la meditación, propone aplicar la Atención Plena a todos los ámbitos de la vida, desde los más complejos a los más cotidianos, como trabajar, hacer deporte, cocinar,… que pueden convertirse en momentos para atender a la experiencia sin juzgarla.
Propone para ello siete actitudes que constituyen los principales soportes de la práctica del Mindfulness y que se pueden expresar como:
- No juzgar
- Aceptación
- Paciencia y constancia
- Mente de principiante
- Confianza
- No esforzarse u obcecarse en el logro
- Ecuanimidad/Desapego
Estas actitudes no son independientes y practicar alguna de ellas de algún modo afecta y mejora al resto.
Se trata, pues, de promover una postura de observador imparcial ante lo que ocurre en el flujo de la consciencia, sin juicios y con una actitud de novedad, lo que permite una mejor gestión de los procesos mentales al no posicionarnos emocionalmente ante lo que está sucediéndose. Además, la práctica de esas actitudes fundamentales promueven otras que tienen un gran valor personal y social como la generosidad, el dominio de uno mismo, el perdón, la gratitud, la amabilidad, la compasión o la ecuanimidad.
Referencias
[1] Santamaría, M. T., Cebolla i Martí, A. J., Rodríguez, P. J., & Miró, M. T. (2006). La práctica de la meditación y la atención plena: Técnicas milenarias para padres del siglo XXI. Revista de Psicoterapia, 2006, vol. 66/67, p. 157-176.[2] Pérez, M. A., & Botella, L. (2006). Conciencia plena (mindfulness) y psicoterapia: concepto, evaluación y aplicaciones clínicas. Revista de psicoterapia, 66(67), 77-120.[3] Algunas de las ediciones en castellano son La práctica de la atención plena. Ed. Kairós (2010); Mindfulness para principiantes. Kairós (2013) ó Vivir con plenitud las crisis: cómo utilizar la sabiduría del cuerpo y de la mente para enfrentarnos al estrés, el dolor y la enfermedad. Kairós (2016).Entradas relacionadas
Introducción a la Psicología Positiva y del Flow …
Introducción a la Terapia Gestalt por Nela Moreno “La terapia gestáltica es…
Esta entrada tiene 0 comentarios